VALÈNCIA. El Valencia Basket regresa este sábado a casa tras su derrota en los cuartos de final de la Copa del Rey ante el UCAM Murcia del pasado viernes decepcionado por su propia actuación y sin poder refugiarse en los entrenamientos por las inminentes ventanas FIBA de clasificación para el Mundial de 2023.
El equipo de Joan Peñarroya regresó a València desde Granada en autobús (la ida fue en avión) y con la sensación de haber recibido un palo gordo por la eliminación y más aún tras haber conseguido superar su pésima primera parte con un parcial de 21-0 de salida en el tercer cuarto y no haber sabido rematar el trabajo para acabar con una derrota en un cara y cruz en el que tuvo, según reconoció su técnico, varios errores de lectura.
Tras volver a casa, los jugadores podrán disfrutar de unas horas de descanso antes de que la mayoría de ellos se tenga que incorporar a las concentraciones de sus selecciones nacionales para disputar partidos de clasificación para el Mundial de 2023.
Aunque aún faltan equipos por anunciar sus listas de convocados, Peñarroya trabaja con la idea de que el alero Víctor Claver, que acaba de salir de una lesión será el único jugador que se quede en València, algo que se acabará de confirmar durante el fin de semana. El próximo compromiso del equipo será el próximo 5 de marzo cuando reciba al Barcelona en la Fonteta en la Liga Endesa.