VALÈNCIA. En la jornada más festiva para todos los valencianos, es momento de girar la mirada hacia el deporte. El arraigo de los jugadores de la tierra en sus respectivos clubes en un fútbol sin fronteras y cada vez más mercantilizado es un hecho muy significativo. Dicho aspecto aún toma más relevancia cuando la presencia de estos futbolistas (en mayor o menor número según del club del que se hable) son en la gran mayoría de equipos escogidos para lucir y ostentar la capitanía y liderar sus vestuarios. Son los galones de la Comunitat.
A día de hoy el conjunto de Mestalla es el equipo de todo el fútbol profesional español con más jugadores de la Comunitat en su plantilla. La obligatoria apuesta por la cantera llevada a cabo en los últimos años en Mestalla dejan un nutrido grupo de la casa como base del actual equipo.
En el caso del Valencia CF hay además tres de ellos que ostentan la capitanía y se podría decir sin temor al error que también el liderazgo del vestuario: José Luís Gayà, Pepelu y Jaume Doménech. Gayà debutó hace 10 temporadas en la primera plantilla y ya es el referente absoluto del vestuario. Dos años después debutaría Jaume Doménech, factor de cohesión del vestuario para todos los entrenadores y otro de los veteranos que también el líder y capitán del vestuario. Pepelu por su parte, recogió la capitanía este verano y en poco más de una temporada ya es una referencia para el Valencia CF dentro y fuera del césped.
Además, el Valencia CF cuenta con otra serie de futbolistas con un claro arraigo por la ciudad y criados como 'murciélagos' desde las categorías inferiores. Por ejemplo, tres centrales valencianos criados en Paterna: Mosquera (Alicante), Tárrega (Aldaia) y Yarek (Poliñá de Júcar). La cantera del Valencia CF ha dado frutos con la presencia de otros valencianos como Javi Guerra (Gilet) o Fran Pérez junto al retorno de Sergi Canós (Nules).
Mientras, el Levante vive este curso un proceso de 'valencianización'. El regreso de Vicente Iborra este verano, con el esfuerzo de club y futbolista por convencer a La Liga de su reducción salarial para encajar en los planes económicos del cliub -que además hubo de retrucar para reducir el 50% del valor que la competición otorgaba al centrocampista de Moncada para poder inscribirlo-, no solo supueso la segunda vuelta del hijo pródigo, sino también un cambio de capitán. Por primera vez desde que se marchara, el Levante tiene un portador del brazalete de 'la terreta'.
Y es que, antes de su abrupta marcha y el descenso a Segunda, era Morales el capitán de un equipo que cambió líder madrileño por otro de la capital. Fue Postigo el primer capitán incluso en aquella temporada en que Iborra volvió procedente del Villarreal y el Levante quedó a las puertas del ascenso inmediato. Este curso es diferente: hay otro madrileño en los primeros escalones de la capitanía -Pablo Martínez-, pero mientras Iborra está en el campo, él luce la bandera de la Comunitat en su manga.
Además, poco a poco el conjunto granota ha visto cómo hay un avance en cuanto a líderes locales. Otro de los importantes del cuadro de Calero es Andrés García, que comanda el lateral diestro y es uno de los futbolistas con más proyección de la categoría. A él se unen otros canteranos como Xavi Grande (Almàssera), Carlos Espí (Tavernes de la Valldigna) o Marcos Navarro (Riba-roja), todos impulsados por la delicada situación económica de la entidad que ha dejado los laterales con alternativas de la escuela y la punta de lanza con el ariete de Tavernes despuntando tras no pasar siquiera por el filial. El gigante Espí promete.
A ellos hay que añadir a Sergio Lozano, quien también fue canterano granota antes de firmar por el Villarreal. El centrocampista es otro de los nombres de relieve en el vestuario de Calero aunque hoy vive en el peor momento desde que estampara su firma en Orriols.