VALENCIA. Alejandro Valverde (2 medallas de plata y 4 de bronce en Mundiales) volverá a la carga el próximo domingo en Richmond en busca de su sueño de oro: vestir, por fin, el maillot arcoíris que acredita al campeón del Mundo. Su asignatura pendiente.
Llega la prueba reina de los Mundiales que se disputan desde pasado día 20 en la capital del Estado de Virginia. El domingo se pondrá en juego la corona universal que defenderá como actual campeón el polaco Michal Kwiatkowski.
Muchos serán los aspirantes y pocos los elegidos para repartirse las tres medallas del podio. El recorrido no es el ideal para los intereses del equipo español, que cuenta con Valverde y Joaquim "Purito" Rodríguez como bazas, pero el murciano, como dice su director en Movistar, Eusebio Unzue, "siempre aparece". No en vano posee el récord histórico de seis medallas, aunque ninguna de oro.
Ese oro es la obsesión de Valverde, un corredor que tiene en su palmarés una Vuelta, tres Flechas Valonas y tres Liejas. En Richmond las opciones españolas pasarán por endurecer la carrera, seleccionar un grupo que filtre a los grandes esprinters, y que en ese grupo esté Valverde para mostrar su explosividad final y rematar.
Para ello será fundamental el trabajo del equipo, que bajo la dirección de Javier Mínguez estará compuesto, además de los citados, por Imanol Erviti, Juan José Lobato, Luis Mas, Dani Moreno, Rubén Plaza y Luis León Sánchez, quienes se repartirán el trabajo a lo largo de los 259,2 kilómetros de recorrido, después de dar 16 vueltas a un circuito de 16,2 kilómetros.
"No vamos a tener un circuito fácil, ya que tiene bastantes complicaciones en los últimos kilómetros. Es más duro de lo que se comentaba, aunque no tanto como me gustaría y como convendría a nuestros ciclistas", comentó Mínguez.
Según el seleccionador, se trata de un circuito "de fuerza, pero también de habilidad, ya que la colocación será muy importante". En concreto, Mínguez se refiere a las rampas de Lobby Hill, de 215 metros con una media del 8% y una máxima del 9%; la de 23rd Street, que tiene 185 metros con media del 12% y máxima del 13%, y finalmente Governor Street, de unos 300 metros con porcentajes similares a la primera y que engancha con la recta final que también "pica" hacia arriba.
Las apuestas señalan a un determinado tipo de corredor: rápido, habilidoso y que sea capaz de resistir los 3 repechos que hay en el tramo final, donde también se incluye una parte adoquinada. La poca dureza concentrada al final podría castigar a los grandes velocistas, como el noruego Alexander Kristoff, el eslovaco Peter Sagan o el alemán John Degenkolb.
Entre todos ellos, el principal pronóstico se inclina por Sagan, a quien el recorrido le viene de maravilla. El ciclista del Tinkoff puede ofrecer velocidad y potencia para un final como el de Richmond, pero sabe que no le van a faltar rivales experimentados.
En un final desordenado podría aparecer el belga Greg Van Avermaet, que ya sabe lo que es ganar al eslovaco en finales como éste, sin descartar a Degenkolb, el ganador este año en San Remo y Roubaix, un esprinter más puro y de gran potencia, explosivo en la recta e meta. También cotiza muy alto Kristoff, que llega en forma al Mundial. Para muchos es a referencia.
Saldrá con el maillot arcoíris el polaco Michal Kwiatkowski, este año ganador de la Amstel Gold Race y segundo en la París - Niza. Luego pasó inadvertido durante el resto de la temporada, como si le hubiera pesado más de la cuenta el maillot de campeón mundial.
Entre todos ellos tendrán que luchar Valverde y Purito, dos hombres veteranos que en los Mundiales siempre aparecen en la pelea por las medallas.
Si Valverde tiene 6 preseas, el catalán cuenta con 2, un bronce en 2009 y la plata de 2013. España tiene en total cinco oros, entre los que destacan los 3 de Óscar Freire, en el grupo de plusmarquistas junto al italiano Alfredo Binda, y los belgas Rik Van Steenbergen y Eddy Merckx.
No obstante, 259 kilómetros pueden dar lugar a sorpresas, y no conviene olvidar los nombres de Michael Matthews, Vincenzo Nibali, Zdenek Styber, Nacer Bouhanni o Simon Gerrans.