VALENCIA. Sam Van Rossom, jugador del Valencia Basket, aseguró estar mejor del esguince que se produjo en la rodilla izquierda hace diez días pero no quiso marcarse todavía un plazo para regresar y señaló que "hay que tener paciencia con esta lesión".
"No tenemos nada previsto, hay que ver cómo va día a día y si voy mejorando ya veremos cuándo entro en el equipo pero en esta lesión hay que tener un poco de paciencia", reiteró. En su momento, el club estableció un plazo de entre tres y cuatro semanas para su regreso.
El belga admitió que cuando se lesionó sintió que "la cosa no pintaba muy bien" porque fue en una acción sin contacto con ningún otro jugador "y notas un 'crack' dentro de tu rodilla, así que no te sientes muy tranquilo".
"Con los resultados de las pruebas respiré porque te esperas lo peor y que solo sea esto te pone muy contento", afirmó.
Van Rossom aseguró que el francés Antoine Diot, que ejerce como director de juego tras su lesión en la rodilla, lo "tiene todo para ser un buen base" y aseguró que está completando "un buen trabajo".
"Lo veo muy bien. Tiene mucha calidad tanto como escolta como base. Yo he jugado mucho contra él con la selección francesa y ahí sólo juega de base", recordó.
El belga habló también de la evolución del también base Guillem Vives, del que recordó que "es joven y que está creciendo, va a mejor, y como todo el equipo está en buena línea, espero que todos podamos seguir así".
El jugador del conjunto valenciano realizó estas declaraciones tras asistir a la entrega al colegio San Juan de Ribera de Burjassot de uno de los dieciocho juegos de canastas que se repartirán en los próximos días gracias a un programa impulsado por la federación y la Fundación Trinidad Alfonso y en el que colabora el Valencia Basket.
"Es un proyecto muy bonito, que se regalen canastas a los coles, y espero que disfruten mucho de las canastas y que se entrenen mucho", concluyó.