VALÈNCIA. El base de Valencia Basket Sam Van Rossom, como el resto de sus compañeros, continúa trabajando de forma individual. Una dinámica novedosa que el director de juego belga confiesa que “hasta ahora estoy llevando bastante bien. Intentamos cambiar los entrenamientos cada día aunque estemos limitados en el trabajo que podemos hacer ahora mismo. Pero alternando los ejercicios, no haciendo las mismas cosas todos los días, lo llevamos bien. Ahora mismo no podemos trabajar al 100% como queremos pero el Club ha hecho todo lo posible para que nos podamos mantener en forma de la mejor manera posible”.
Van Rossom comparte este momento con otra atleta profesional. Su pareja, la jugadora del Valencia Basket femenino Jana Raman. Una circunstancia que Sam considera como una ventaja: “La verdad es que ayuda mucho. Trabajamos juntos, entrenamos juntos, cada mañana hacemos nuestro entrenamiento y está claro que es más divertido hacerlo con dos que hacerlo todo solo, sobre todo cuando llevas un tiempo haciendo entrenamientos individuales. Si puedes compartirlo con alguien más lo disfrutas más, puedes bromear con el otro o puedes ayudar al otro. Y es más agradable siendo dos que uno solo”.
Con las dos competiciones en las que está inmerso el Valencia Basket redefiniendo sus formatos de competición para tratar de terminar la temporada, Van Rossom señala que “está claro que a todos nos gustaría competir pero lo primero es la salud de todo el mundo. Motiva, aunque por una parte todavía no sabemos si podremos jugar o no, pero tenemos la ilusión de volver a jugar, de volver a hacer las cosas que nos gustan hacer. Y por eso nos seguimos manteniendo en forma. Pero cada día que esto dura más cuesta un poco más porque estás limitado en lo que puedes hacer”.
A falta de entrenamientos de grupo, la plantilla del Valencia Basket se mantiene unida con reuniones telemáticas frecuentes. Como desvela Van Rossom, “todas las nuevas tecnologías nos permiten reunirnos, como nosotros en el Club con el equipo. Lo hacemos cada semana una o dos veces, así nos vemos las caras y hablamos las cosas. Luego tienes otras maneras como FaceTime o Whatsapp y puedes llamar al que quieras. En esta época todo está un poco mejor. Si esto ocurre hace 30 años hubiese sido todo mucho más difícil para llevarlo comparado con como lo llevamos ahora”.
Pensando en un posible regreso, el base taronja tiene claro que “lo más difícil será el físico. A nivel mental todos vamos a tener muchas ganas de volver a jugar, algo que es normal para cualquier deportista que lleva seis semanas fuera de competición. Necesitaremos seguro un tiempo de adaptación para nuestro cuerpo para hacer lo que queremos hacer todos en la pista”.
Para aprovechar el tiempo en el que no están entrenando, Sam confiesa que él y Jana “hacemos cosas diferentes. Las cosas más evidentes son Netflix y la televisión, pero intento limitarlo cada día. No quiero estar todo el día delante de una pantalla, así que hemos pedido unos libros y estamos leyendo más de lo que lo hacíamos antes. Con Jana podemos jugar a algunos juegos, a las cartas, hago crucigramas, leo artículos en internet sobre el tema con el virus pero tampoco demasiado. No quiero estar todo el día con las noticias”.
Para cerrar esta entrevista, Van Rossom nos deja sus recomendaciones lúdicas para estos días: “De series esta semana ha salido “The Last Dance” de Michael Jordan y creo que todo el mundo que está en el baloncesto ya ha visto los primeros dos capítulos. Estuvimos viendo otras series como Ozark y La Casa de Papel, que han sacado sus últimas temporadas hace unas semanas y ahora estamos viendo Fauda, que es bastante buena también. Películas no veo muchas, en la televisión belga están haciendo cada semana una de Harry Potter, que ya había visto alguna a trozos pero nunca las había visto enteras, así que ahora estoy con ellas. Y de libros acabo de terminar el de Mike Tyson y el de Andre Iguodala. Y ahora mismo estoy con Shoot Dog, de Phil Knight, que es el que ha construido la marca Nike”.