VALÈNCIA. El valencianismo está de los nervios y las redes sociales están repletas de críticas a Mériton y de especulaciones de lo que nos puede deparar el futuro. Pero yo voy a jugar otra baza y me niego a pensar en pasado mañana sin tener ni siquiera claro lo que puede ocurrir mañana mismo. Mi realidad es evidente y esa me indica que el Valencia, milagrosamente, podría incluso alcanzar una plaza de Europa League y para mí eso es mil veces más importante de lo que pueda acontecer en un futuro que nadie conoce con cierta exactitud, que sí que da miedo, que caben todo tipo de críticas al dueño del club, pero que a fecha de hoy si realmente quieres al Valencia lo que si resulta más importante es dar ese paso que nos permita jugar en Europa pese a las dificultades que encontramos ahora mismo.
Me mojo con el actual entrenador del Valencia, con las ganas que tiene de asumir un reto complicado y casi a última hora, y doy mi voto de confianza a Voro sin pensar ni hacer apuestas de quién puede ser el nuevo Voro para la próxima temporada. Hablar de nuevos o posibles entrenadores y de posibles bajas a jugadores de la actual plantilla es una invitación a que todo salga mal y que el Valencia se coloque al final de temporada con cara de tonto en una Liga donde se merece muy poquito pero, pese a eso, aún puede conseguir algo que de cierta tranquilidad pensando en el futuro.
Las críticas el dueño del Valencia se suceden por todas partes e incluso un tipo tan entrañable y buen conocedor de este Valencia, digo de Juan Martin Queralt, dijo el otro día en entrevista con el periodista Fran Guaita, que el Valencia debería volver a ser de sus aficionados en un tiempo caso récord. Las palabras de Martín Queralt siempre merecen el respeto y el cariño de todo el mundo. Ahora bien, Peter Lim fue el que resultó el agraciado con esa venta conducida por Aurelio Martínez y Amadeo Salvo y aunque en realidad el fracaso de dicha venta es de sobra reconocida por todo el mundo sí debo añadir que Bankia -un banco, no un aficionado al fútbol así sin más- si está contenta con Peter Lim por cómo está pagando su deuda sin ninguna demora.
Quiero esto decir que el club sí que es de Peter Lim y aunque a todos nos parezca un desastre la realidad que estamos viviendo lo cierto es que la solución a semejante despropósito se antoja complicada y francamente difícil. Dicho esto, retomo lo que estaba comentando y me centro exclusivamente en la inmediatez que sí atesora al Valencia en lo que queda de Liga y en esa remota posibilidad, remota pero cierta, de conseguir al final del campeonato una plaza para Europa aunque hoy en día parezca casi un imposible.