VALÈNCIA. Un Villarreal superior alivió su mala situación en la tabla y respira en su lucha por la permanencia gracias a un buen partido que acabó con una clara victoria ante un Sevilla incapaz de revertir su mala dinámica en los últimos partidos.
Mientras el Villarreal volvió a ganar en Liga tres meses después y se acerca a posiciones de permanencia, el conjunto andaluz solo reaccionó tras el descanso, pero no consiguió meterse en el encuentro.
La primera mitad tuvo fases de dominio para ambos equipos, aunque el Villarreal creyó más que el Sevilla en sus opciones, estuvo más metido en el encuentro y aprovechó sus oportunidades, mientras que los visitantes crecieron tras el descanso, obligados por la desventaja en el marcador.
De entrada, el Villarreal entró en el encuentro con más intensidad que el equipo sevillano, con algunas aproximaciones a la meta rival y sin sufrir en defensa.
Fruto de esa mayor presión, llegó el 1-0 en una acción en la que Álvaro, solo y desde muy cerca, cabeceó con potencia un córner sacado desde la derecha para batir la meta rival con un tanto que reflejaba el arranque de partido de uno y otro equipo.
Tras el gol local, el Sevilla se cargó las pilas y empezó, poco a poco, a ofrecer una imagen diferente, con más posesión de balón y mayor potencial ofensivo.
Como consecuencia de ese nuevo escenario, dispuso en dos minutos y a la media hora de juego de dos ocasiones de gol por medio de Munir, la primera en un mano a mano que resolvió Asenjo al enviar el balón a córner y la segunda por medio del mismo jugar en una acción en la que los locales pidieron manos de Roque Mesa.
Solo en los minutos previos al ecuador del partido reapareció el Villarreal, que dispuso de una acción para volver a marcar por medio de Bacca, quien no remató bien, aunque en el minuto 45 una genialidad del delantero colombiano, con un gran taconazo, permitió que Toko Ekambi pusiera el 2-0 en el marcador.
El técnico visitante, Pablo Machín, buscó un revulsivo con salida tras el descanso de Ben Yedder y Sarabia, dos pesos pesados del equipo que no habían entrado en la formación inicial, por otros dos jugadores importantes, Navas y Vázquez, que se quedaron en el vestuario.
El partido cambió radicalmente con un Sevilla volcado sobre la meta del Villarreal, que presentaba la necesidad imperiosa de marcar un gol que le metiera en el partido, lo que obligó al equipo de Javi Calleja a achicar balones ante el dominio de su oponente.
Por ello, el partido entró en una fase de ataques y contragolpes, en los que ambos equipos tuvieron opciones para marcar, aunque ninguno lo logró por culpa de las buenas actuaciones de los metas Asenjo y Vaclik o la falta de puntería de los rematadores.
Superado el ecuador del segundo periodo, el dominio del Sevilla pasó a ser más insistente ante un Villarreal que no encontraba la vía para deshacerse del acoso visitante y llegar a la meta rival con opciones de cerrar el encuentro.
Sin embargo, a cuatro minutos de final, un gran disparo de Pedraza convirtió el triunfo en goleada y truncó cualquier aspiración visitante de poder soñar con la igualada a pesar de intentarlo tras el descanso.
Ficha técnica:
3 - Villarreal: Asenjo, Mario Gaspar, Álvaro, Bonera (Funes Mori, m.24), Víctor Ruiz, Pedraza, Iborra, Cáseres (Morlanes, m.76), Cazorla, Bacca (Fornals, m.66) y Toko Ekambi
0 - Sevilla: Vaclik, Navas (Ben Yedder, m.46), Sergi Gómez, Kjaer (Escudero, m.64), Wöber, Promes, Roque Mesa, Amadou, Vázquez (Sarabia, m.46), Munir y André Silva.
Goles: 1-0, m.20: Álvaro. 2-0, m.45: Toko Ekambi. 3-0, m.86: Pedraza.
Árbitro: González González. Amonestó por el Villarreal a Toko Ekambi, Álvaro, Mario Gaspar y Funes Mori y por el Sevilla a Roque Mesa.
Incidencias: partido disputado en La Cerámica ante 17.400 espectadores.