/ OPINIÓN

¿Volver a Europa?

30/10/2022 - 

VALÈNCIA. Permítanme que no escriba del Valencia-Barça. Ni de lo sucedido en Mestalla antes, durante y después del encuentro. Prefiero comenzar esta reflexión partiendo de un dato objetivo: Nunca antes había sucedido que la Liga española tuviera un solo representante, el Real Madrid, en los octavos de final de la Liga de Campeones. Es un hecho inédito. Barça, Atlético y Sevilla cayeron en la fase de grupos y se unirán al Betis y a la Real Sociedad en una Liga Europa que, eso sí, nos ofrecerá unos jueves televisivos de lo más atractivo. Lo sucedido en esta penúltima jornada de la máxima competición continental por equipos es, sin duda, un fracaso rotundo.

El descalabro europeo de nuestro fútbol es un hecho evidente. La deriva a la que nos lleva LaLiga es tremenda. Ya lo venimos anunciando desde hace tiempo. La "liga de dos”, con Real Madrid y Barça como protagonistas, es un modelo caduco. Además de aburrida, trae desagradables consecuencias como las vistas esta pasada semana. Inglaterra, Alemania, Italia e incluso Portugal tendrán más representantes que España en la lucha por la “Orejona”. ¿Saben lo peor de todo?. Que del Valencia, aquel equipo que alcanzó dos finales de Champions asombrando a Europa y que era un habitual en dicha competición, no se habla ni siquiera como aspirante a disputar la segunda división europea.

Ahí radica nuestro gran drama. El Valencia, ni está ni se le espera. Hasta un entrenador de raza como Gattuso habla de lograr cuanto antes los 40 puntos que permiten eludir el descenso…. Por desgracia, retomando el hilo de la Champions, creo que se tardará mucho tiempo en volver a disfrutar de las grandes noches europeas de Mestalla. No quiero ser agorero, pero si el equipo consigue regresar a una competición continental en los próximos dos años, estoy convencido de que su concurso será intrascendente. El actual Valencia no dudaría ni dos partidos ante rivales de la talla del Bayern, Inter, Liverpool, Nápoles, Chelsea, City o PSG, por citar algunos ejemplos. A día de hoy, nos pese lo que nos pese, somos un equipo de mitad tabla.

Para regresar a Europa con algo de garantías, el Valencia debería tener un proyecto que se centre en lo futbolístico. Pero el plan de Lim no pasa por lo que sucede en el césped de Mestalla, sino que nuestra entidad es una más de sus mercantiles. Un proyecto deportivo que se precie debe comenzar por una planificación basada en una estructura de continuidad, con futbolistas que vayan creciendo, rodeados de varios fichajes que conformen la columna vertebral del once y marquen las diferencias. Todo ello orquestado por una dirección deportiva de éxitos contrastados y que conozca la idiosincrasia del club, capaz de acertar en el fichaje de un entrenador que deje surco allá por donde pase.

Pero el Valencia muda su piel cada temporada. Los jugadores que destacan, ya sean de la escuela o no, son subastados al mejor postor año tras año. Aquí, al futbolista que destaca se le vende sin sacarle todo el jugo que lleva dentro. Ni deportivo ni económico. Así, campaña tras campaña, acogemos jugadores cedidos que aterrizan en Mestalla para hacer escala. Además, cruzamos los dedos para evitar que nuestros referentes o jugadores franquicia firmen por esos equipos que sí que disputan una competición continental. Aunque sea la Liga Europa. Esa segunda división continental que, visto lo visto, todos firmaríamos jugar con los ojos cerrados.