Voro, la metamorfosis del Valencia

VALENCIA. El entrenador valenciano Salvador González "Voro" ha logrado que el Valencia, a base de motivación, química con la plantilla, sensatez y movimiento adecuado de sus piezas, haya iniciado una metamorfosis que ha permitido al equipo alejarse de la zona de descenso de categoría.

No es esta la primera vez que Voro, ex jugador del Valencia y delegado en los últimos años, sale al rescate del equipo, pero sí es la primera que lo hace con un proyecto que va más allá de convertirse en un recurso para cubrir el tránsito entre dos entrenadores.

Tras numerosas negativas por su parte a permanecer en el banquillo más tiempo del imprescindible, ahora se ha visto abocado a dirigir al equipo al menos hasta el final de la actual temporada y cuando apenas lleva tres semanas al frente del grupo, el horizonte ha empezado a verse de manera diferente.

El 30 de diciembre se despidió el anterior entrenador, Cesare Prandelli, y Voro tomó las riendas. La Copa del Rey pasó a la historia como mucha más pena que gloria (un 6-2 global ante el Celta), pero la Liga se ve de otro color.

El Valencia empató en Pamplona ante Osasuna a tres goles en un encuentro en el que se notó cierta mejoría, que se ratificó con los triunfos ante el Espanyol (2-1) y Villarreal (0-2), lo que ha supuesto la suma de siete puntos sobre nueve disputados.

Sus declaraciones siempre han transmitido mensajes claros y directos, el primero el de la permanencia como objetivo. No ha profundizado en hipótesis sobre llegadas y salidas de jugadores, pero sí sobre aquello que ha considerado fundamental. Su posición sobre la conveniencia de que Dani Parejo no se marche es un ejemplo.

Sin lanzar las campanas al vuelo, algunas circunstancias se le han puesto de cara al equipo, entre ellas la recuperación de futbolistas lesionados que han pasado a ser importantes como Ezequiel Garay, Luis Almeida "Nani" o José Luis Gayà, con lo que Prandelli apenas contó.

Garay y Nani estuvieron lesionados, pero Gayá no entraba en los planes del técnico italiano a pesar de que no podía contar con Siqueira en buenas condiciones.

Mientras Martín Montoya ofrece en el lateral derecho prestaciones que están lejos del alcance de Joao Cancelo, la tenacidad de Santi Mina y Munir El Haddadi han compensado la ausencia de larga duración de Rodrigo Moreno.

Además, el gran fichaje de invierno se llama Carlos Soler, un centrocampista de 19 años que destaca por su desparpajo, que da libertad de movimientos a sus compañeros en la medular y que ya pertenece a todos los efectos al primer equipo con el que se ha estrenado como goleador.

Quizá este Valencia no sea un equipo tan poderoso como la euforia del momento puede hacer creer, pero es mucho mejor que el Valencia taciturno y sin ideas que deambuló por la competición desde agosto a Navidad.

Aunque el equipo, tal y como reiterado el técnico, piensa exclusivamente en el siguiente partido (en este caso la visita del lunes 30 a Las Palmas), lo cierto es que este encuentro y los dos siguientes, en Mestalla ante el Eibar y en Sevilla contra el Betis, son tres oportunidades para avanzar hacia la zona media de la tabla.

A todo ello se une la circunstancia de que al equipo le queda pendiente un partido especialmente complicado, ya que el Real Madrid, líder de la competición, debe jugar en Mestalla en febrero.

Lo que hasta ahora se veía como imposible, sumar ante el Real Madrid, ha pasado, con los últimos marcadores, a contemplarse como una opción, difícil, pero no inalcanzable.