El técnico valenciano sabe que en las próximas semanas se juega sus opciones a seguir el próximo curso. Tiene la ilusión de hacerlo pero no pondrá al club la presión de decir públicamente que le gustaría seguir. Los números desde que cogió al equipo en enero tendrían al Valencia CF peleando por los puestos Champions
VALENCIA. La victoria del Valencia CF en Los Carmenes, con mucha solvencia ante el Granada, por un gol a tres, significó el final de una semana perfecta para el conjunto de Mestalla con tres victorias consecutivas en Liga que sitúan al equipo 17 puntos por encima del descenso, con 21 por jugarse, a falta de lo que haga el Sporting de Gijón esta noche en Anoeta.
Han tenido que jugarse casi 31 jornadas para que el Valencia CF haya conseguido encadenar tres triunfos seguidos en la Liga y ha sido Voro el entrenador que ha sumado 33 de los 39 puntos que tiene el club en la clasificación, pese a que Pako Ayestarán y Prandelli fueron las dos primeras apuestas del club. El italiano apenas sumó seis puntos en ocho jornadas y sólo pudo ganar un partido en 'El Molinón'.
Voro cogió al equipo en la quinta jornada por la destitución de Ayestarán y en tres jornadas, hasta que llegó Prandelli sumó dos victorias. Tras el abandono del italiano a finales de diciembre, Voro asumió el banquillo pese a la situación límite que tenía el club con los mismos 12 puntos que el Sporting de Gijón que marcaba los puestos de descenso. El de L'Alcudia no dudó y cogió el banquillo pese a que el vestuario estaba roto y hundido por el enfrentamiento que había mantenido con Prandelli.
Voro desde el principio buscó blindar y proteger al equipo y recuperar futbolistas para la causa. No pidió fichajes y acepto lo que llegara, se fichó a Zaza por la lesión de Rodrigo Moreno y a Orellana porque se peleó con Berizzo y su preció se rebajó por diez. El discurso siempre ha sido el de salvar la categoría pese a que eso le ha costado muchas y duras críticas por parte de prensa y afición. De ahí no se ha movido y sólo ahora que ve salvado al equipo habla de llegar lo más arriba posible.
El Valencia CF tiene que decidir en las próximas semanas el futuro entrenador del club y pese a que muchos dan por hecho que Voro no quiere seguir entrenando esa no es la realidad. El valenciano tiene la ilusión de continuar porque se ve capacitado y porque piensa que se ha ganado una oportunidad. En las16 jornadas que ha entrenado de manera consecutiva, ha logrado ocho triunfos, tres empates y cinco derrotas. Es decir, 27 puntos de los 48 disputados. Eso sí, no pondrá al club entre la espada y la pared pidiendo públicamente la renovación y esperará la decisión que se tome desde arriba.
Este periódico ya informó la pasada semana de la intención que tienen el director deportivo, José Ramón Alesanco, y el director general, Mateu Alemany, de buscar un nuevo entrenador para el próximo curso. Sin embargo, la decisión no está tomada porque esa debe ser consensuada con el máximo accionista, Peter Lim. Meriton, en las personas de Anil Murthy y Layhoon, tienen fe ciega en Voro porque fue la persona junto a la que pasaron las peores semanas del proyecto asiático en el Valencia CF, durante los meses de enero y febrero. Ahora, con el equipo totalmente fuera de peligro, Voro es un candidato firme para el banquillo si la decisión fuera de ellos pero son muchas las voces que deben dar su opinión y Lim el que deberá tomar la decisión final.
Voro es candidato por sus números, a la espera de ver las últimas siete jornadas, por su manejo del vestuario, al que tiene de cara, y porque ha sacado a Meriton de su peor trago en Valencia. Ahora bien, Alesanco ha iniciado la búsqueda de un sustituto y ha contactado con varios técnicos de cara al próximo curso.
Alemany anunció la semana pasada que hasta que no acabe la Liga no se tomará la decisión del banquillo y afirmó que no ve a Voro de delegado el próximo curso. Voro sabe que sus opciones para seguir pasan por un buen final de temporada y nada parecido a lo de la pasada campaña. Su ilusión por seguir es lícita y argumentada en números pero débil por su inexperiencia. Sus victorias en las últimas jornadas engrandecen su figura y dan lustre a su candidatura al banquillo.