El técnico valenciano suma catorce puntos en ocho encuentros, los mismos que estuvo el preparador italiano en el banquillo y que le llevó a sumar solo seis puntos. Muestra que se puede coger un equipo deshecho y hacerlo funcionar
VALENCIA. El Valencia CF ha recuperado la competitividad de la mano de Voro. Como ha sucedido en otras ocasiones durante distintas épocas, la llegada del técnico valenciano ha revitalizado a los futbolistas y ha enderezado la pésima dinámica que atravesaba el equipo y lo ha situado a diez puntos del descenso, la distancia más lejana de la temporada.
Pero además de todo, la llegada y los resultados de Voro han dejado retratada la etapa de Cesare Prandelli en el banquillo valencianista. La llegada del técnico italiano fue un soplo de aire fresco para la afición que vio como un técnico experimentado se hacía cargo del banquillo, pero su etapa al frente del equipo no tuvo su mejor final.
Una sola victoria en ocho encuentros, en su partido inaugural le hicieron encadenar una racha de siete partidos sin ganar, con únicamente tres empates. Con su victoria ante el Real Madrid, Voro cumplió ocho encuentros al frente del banquillo en esta segunda etapa y los números dejan en evidencia al italiano, ya que el entrenador de L'Alcúdia suma catorce puntos de 24 posibles, por los seis que sumó Prandelli.
La clave de ambos resultados puede estar en la gestión de vestuario. Prandelli optó por atacar públicamente a los jugadores que no conectaron con el técnico y exigió un mínimo de cuatro o cinco cambios para poder enderezar el rumbo del equipo, algo totalmente opuesto a lo realizado por Voro, que se conformó con la llegada de Zaza para reforzar el ataque, aunque después también llegó Orellana, y optó por intentar revitalizar a los futbolistas del equipo, dándoles su confianza y protegiéndoles de la opinión pública.
Los resultados y el tiempo han empezado a darle la razón a Voro, que ha conseguido que jugadores desahuciados por Prandelli y que si el italiano llega a seguir es más que probable que estuvieran fuera del club, den un rendimiento importante. Los casos más significativos son los de Enzo Pérez y Dani Parejo, que en los últimos encuentros se han erigidos los líderes del equipo, pero no son los únicos ya que también hay que añadir las aportaciones de Gayà, Santi Mina o Carlos Soler, que eran invisibles para el preparador transalpino.
Y es que Prandelli puso en su lista de bajas los nombres de Enzo Pérez y Dani Parejo, así como los de Santi Mina o Bakkali, a los que consideraba demasiado jóvenes para las necesidades que tenía el Valencia CF e 'impuso' la llegada de jugadores mayores de 26 años, que él consideraba preparados para competir en la situación del Valencia CF, algo que no hizo Voro que si confió en los jóvenes talentos valencianistas -a excepción de Bakkali- y apostó por el mando de la pareja Enzo-Parejo.
La aportación de Orellana y Simone Zaza al equipo está suponiendo un plus de calidad que Prandelli no tenía, pero el italiano tampoco dio la opción de que poder contar con estos jugadores ya que se marchó antes de iniciar el mercado y sin la intención de mejorar el rendimiento de los futbolistas con los que contaba.
Ahora, una vez enderezado el rumbo deportivo y alejados los fantasmas del descenso Voro tiene ante sí un reto importante que no es otro que conseguir mantener esta dinámica de resultados, este nivel de implicación entre los futbolistas e inculcarles esa ambición que ha desaparecido en los últimos tiempos para que no se relajen una vez 'conseguido el objetivo' de salvar la categoría.
Quedan quince encuentros para terminar la Liga y, tras estas dos victorias, el Valencia CF ya está casi más cerca de Europa que de los puestos de descenso con lo que si se mantiene esta intensidad en los futbolistas no es descabellado pensar que la entidad valencianista peleará por algo más que salvar la categoría durante esta campaña. En las manos de Voro está, sus primeros partidos han retratado la etapa de Prandelli, pero ahora debe mostrar algo más.