/ OPINIÓN

'Wanted ticket'

1/04/2022 - 

VALÈNCIA. Hemos visto en multitud de ocasiones esa expresión colgada en las paredes de los salones o en las calles en las películas de vaqueros. Con ese título se proponía la búsqueda de los forajidos más deleznables y peligrosos y que eran una lacra para la sociedad de la época. Su búsqueda y captura eran los objetivos de esa exposición pública. 

En el transcurso de la temporada esa expresión tiene momentos álgidos que no desmerecen la intención de los carteles cinematográficos. Al principio de temporada la búsqueda de un reclamo futbolístico, de esa figura capaz de aglutinar la euforia en los aficionados. Esa guinda del pastel que dé consistencia a un equipo competitivo y que le dé ese salto de calidad que le proporcione al equipo la posibilidad de luchar por los lugares de privilegio. 

En el mercado de invierno esa búsqueda se traslada a cubrir las posiciones que han mostrado debilidad en los primeros compases de la temporada. Empiezan a sonar numerosos nombres y posibilidades. Finalmente la búsqueda para cubrir esas posiciones pocas veces satisface el deseo de los aficionados. Siempre se apunta a opciones muy altas y la desilusión al final se instala en los supporters. Otras veces sí que se pueden conseguir esos objetivos altos y la ilusión se instala en la afición. 

La búsqueda del hombre que dirija a los jugadores también es una de las decisiones que más controversia originan al principio de temporada. Su elección es primordial para el buen funcionamiento deportivo. Con su buen quehacer y con la habilidad y capacidad futbolística de los jugadores que conforman el equipo se marcarán los éxitos que pueda ofrecer el equipo a su afición. Y si los buenos resultados marcan la temporada es donde nos pueden llevar a partidos importantes en los que se decidan títulos para la entidad. Y en estos partidos los aficionados quieren estar presentes. Junto con sus hijos, junto con su familia, junto a sus amigos de alegrías y penas quieren estar in situ en esa posibilidad de vivir un título más. No importan los kilómetros que haya que recorrer ni las horas de sueño ni el dinero que se tenga que invertir. Todo se da por bien empleado. 

Reconozco la  dificultad de poder contentar a todos los valencianistas que quieren acudir a esa final de Copa en la Cartuja de Sevilla. Las entradas que se dan a los equipos son limitadas e insuficientes para la demanda de los aficionados. No me parece bien que a las peñas les hayan privado de entradas. Hubiera sido un buen momento para limar asperezas. Buscamos contactos y conexiones que nos den la posibilidad de poder disfrutar de un hecho histórico. No es nada fácil. De ahí que a día de hoy el 'wanted", que está en toda la ciudad y en todos los pueblos valencianistas, no muestra la cara de ese forajido peligroso sino la silueta de un ticket que nos dé la opción de poder disfrutar en directo de esa final que es la mayor alegría que nos va a deparar esta temporada. Estar allí ya es algo fantástico. Ganarla será el éxtasis. 

Carlos y Hugo

Mención especial para finalizar para Carlos Soler y Hugo Guillamón por su actuación en la selección española. Carlos Soler se consolida totalmente y, su versatilidad, visión de juego, capacidad de trabajo y su buen dominio de las pausas y aceleraciones en el juego, hacen que una plaza para el mundial vaya a tener su nombre. Guillamón mostró su desparpajo como si fuera un veterano y su calidad a la hora de salir jugando el balón desde atrás le ha dado la posibilidad de estar entre los futuribles. La cantera valencianista sigue siendo una fuente inagotable de calidad y los seleccionadores siempre están atentos a las nuevas perlas valencianistas. 

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