opinión politizada / OPINIÓN

Wishmaster: cuidado con lo que deseas...

22/11/2023 - 

VALÈNCIA. “Te volveré a contestar a esta pregunta en diez años, cuando ganemos LaLiga con jugadores jóvenes”. Lo dijo el ínclito Anil Kumar Murthy en fechas como estas, cuando le cuestionaban por la errática política de ventas y desguace programado de una plantilla valencianista que perdía calidad y efectivos a la carrera. 

Y, caramba, el tío lo clavó. De manera totalmente inesperada, el expresidente acertó su predicción y apenas hubo que esperar tres años a que su deseo se cumpliera: el Valencia malvive y sobrevive en su día a día con jugadores jóvenes tirando de un carro cada vez más raquítico y el pasado fin de semana ganó LaLiga… de mascotas. ¡Gloria y honor a Super Rat… digooo, a Amunt!

Esta interpretación perversa y enrevesada de los deseos expresados en voz alta me hizo recordar una saga noventera de películas de serie B (“Wishmaster”) en las que un genio llamado Djinn, con un sentido del humor negro como el carbón, manipulaba a sus víctimas para que manifestaran sus deseos más profundos. Una vez conseguido, el villano se encargaba de darles la vuelta y hacer que se cumplieran de la forma más sangrienta y dolorosa posible.

Sin casquería de por medio pero con la misma mala baba, hace tiempo que los valencianistas atraviesan su particular penitencia tras hacer realidad sus deseos. Durante años hubo aficionados que clamaron en voz alta por la llegada de “un millonario que colocara al Valencia CF en una nueva dimensión”. Y Amadeo Salvo, como ese Djinn trajeado y de peinado impecable, se sacó de la manga a Peter Lim. 

¿Es millonario? Claro, aunque no gaste ni saliva para pegar los sobres. ¿Ha colocado al Valencia en una nueva dimensión? Por supuesto: una dimensión de miseria diaria, resultados deportivos lamentables y balances contables que asustan más que cualquier peli chunga de terror.

Imagino, ya en tono más comédico, a aquel megalómano Juan Soler de mediados de los 2000 diseñando con mimo una superplantilla, renovando a Albelda y Baraja, rodeándolos de fichajes de campanillas y clamando ante sus afines que su equipo tendría “el mejor mediocampo del mundo”. Si estuviésemos dentro del filme, el genio maligno habría chasqueado los dedos y aparecería en pantalla un plano del esqueleto en ruinas del Nuevo Mestalla a medio construir, 16 años después de empezar las obras y 14 después de paralizarse. El chascarrillo hecho realidad.

Recuerdo que el eslogan en la tapa del VHS de la peli de marras era sensacional: “Cuidado con lo que deseas…”. Una frase que guía mi visión pragmática de todo lo que sucede en las últimas semanas, de unos engranajes ocultos que se mantienen en constante movimiento y que quizá sólo veamos cuando sea demasiado tarde.

Me ocurre con la iniciativa que Juan Martín Queralt y asociados presentarán esta semana (“112VCF”), que responde a ese deseo mayoritario de encontrar una alternativa a Lim que empuje al magnate a vender. Tengo una admiración y respeto casi reverencial a JMQ, y precisamente por eso me asusta que su proyecto incluya una dosis de utopía tan grande que acabe alienando a una masa social que quiere que Lim desaparezca de aquí, sí, pero con herramientas más realistas y tangibles.

También me pasa con el movimiento de José Marí Olano, avanzado por este periódico, de liberarse de su vinculación profesional con KPMG para redoblar esfuerzos en su labor como superconcejal de Maria José Catalá. Al final, aunque sea dos meses tarde, la mujer del César ha decidido que parecerlo era tan importante como serlo. 

Pero mientras la oposición se reafirma en sus críticas sobre el conflicto de intereses y la incompatibilidad de ser juez y parte, otro pensamiento asoma por detrás: ahora que Olano se ha liberado de sus cadenas laborales y puede dedicar más tiempo a perfilar el convenio sobre el Nuevo Mestalla, ¿significa eso que el enésimo ‘espatarramiento’ del ayuntamiento a los pies de Peter Lim está más cerca?

Hubo un tiempo en que la afición aplaudía la presencia de muchos internacionales en sus filas, etapas en las que el prestigio del club y su crecimiento lo eran todo. Ahora, el seguidor medio odia las convocatorias y ve los partidos de las selecciones con el temor de que Gaya, Mamardashvili o cualquiera de los canteranos se lesione de gravedad, debido a la escasez de efectivos en una plantilla diseñada por otro Djinn que vino de Almería, Miguel Ángel Corona. Un personaje capaz de declarar públicamente (por ejemplo) que Cenk estaba siendo “de los mejores” hasta su lesión posee, por ser suaves, un sentido del humor más que retorcido.

Cada uno de los sueños, ilusiones y anhelos del valencianismo en la última década, Meriton mediante, han sido bastardeados, mercadeados y reformulados hasta perder su sentido original. Para algunos que solían darse muchos golpes en el pecho en aquella época, ser Top 3 en Liga y jugar Champions todos los años les sabía a poco. Nuestro genio oriental de la lámpara nos trajo, para compensar aquel aburrimiento predecible, las emociones fuertes y la tensión semanal de tener que luchar desesperadamente por evitar el descenso de categoría. Cuidado con lo que deseas…


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