VALENCIA. Dijo LayHoon hace apenas un mes que había que tener paciencia con Nuno, que era el mismo entrenador que había conseguido meter al equipo en Champions League casi tres años depués. Y no le faltaba razón. Sin embargo, hay un detalle que LayHoon no tuvo en cuenta. En el fútbol la paciencia no existe. Existe el ahora, ni siquiera el ayer, vale lo que se logre hoy y que mañana se gane. Todo lo demás está olvidado.
A mi, personalmente me empieza a preocupar mucho lo que veo a nivel deportivo. Creo que el entrenador anda enfrascado en una pelea con el mundo y que hace tiempo que perdió el control de la situación. Ahora mismo, Nuno, no tiene fuerza dentro del vestuario. Sus jugadores dudan del mensaje y no se lo creen. Porque en el fútbol los contratos largos o que el dueño te refuerce no sirve de nada sin resultados. Y eso, Nuno no termina de tenerlo claro. O al menos eso es lo que percibo yo.
El técnico pidió mandar. Creo un vacío en el club que es evidente en cualquier desplazamiento del equipo. El domingo en el Calderón fue triste no tener un portavoz con carisma que diera explicaciones ante las cámaras del plus. Ese vacío lo ha generado el entrenador. Porque fue él quien generó ese incendio y el que asumió todo el poder. Y sinceramente, creo que al valencianista no le sirvió con sus declaraciones en sala de prensa afirmando que el equipo está en el camino correcto.
Cuando escuché al entrenador afirmar eso pensé en Peter Lim. El asiático se ha gastado un pastón en ordenar el club financieramente y otro pastón en intentar hacer un equipo competitivo. Pero a la hora de la verdad lo ha dejado todo en manos de un entrenador que tan sólo ha hecho una buena temporada con una sóla competición y que este año no da pie con bola.
Escuchando a Nuno en Madrid me entra una duda que estoy seguro tendrán muchos de ustedes. Con el actual organigrama del Valencia CF, quién le aprieta las tuercas al entrenador? Hay alguien en el día a día que pueda hacer sentir el hierro al luso? Pues no. Esa es la triste realidad. A día de hoy en el club no hay nadie que pueda, ni se atreva, darle un tirón de orejas al entrenador. Ese apartado queda reducido a Lim. Pero Lim está muy lejos y la mayoría de contacto que tiene es con el propio entrenador. Es decir, dudo mucho que el propio Nuno se apriete a él mismo.
La temporada empieza a tener la misma velocidad que el reloj cuando vas perdiendo un partido. Yo me he cansado de decir que me creo, y mucho, a Meriton. Sin embargo, ellos también deben aprender que en el fútbol hay que tomar decisiones que no gustan pero que son necesarias para que los proyectos vayan adelante. Ojalá el rumbo cambie, pero sinceramente tengo muchas dudas de que sea con Nuno en el banquillo.