opinión pd / OPINIÓN

Y estos…¿Qué aportan?

22/12/2020 - 

VALÈNCIA. El partido de Copa del Rey contra el Terrasa dejó más certezas que dudas, aunque se crea lo contrario. Tenemos la certeza de que hay futbolistas que no tienen ningún tipo de nivel para representar al Valencia CF en cualquier campo de la geografía española. La vergüenza fue tal que me resultaría difícil verles de nuevo jugando con este equipo, aunque me temo que seguirán haciéndolo: me refiero a los Sobrino, Jason, Cheryshev y Mangala, principalmente. Me llama también la atención que un jugador del Mestalla no esté capacitado para dar la cara y destacar contra un tercera división, pero eso ya es otro cantar, porque si a esos chicos no les rodeas de calidad, quieras o no bajan sus prestaciones. No es excusa, pero sí lo explica.

Dijo Murthy que se habían quedado los mejores, pero la realidad dice y arroja lo contrario: la rémora es terrible, no solo por el coste que implica, sino por su relación coste-prestaciones. No creo que la débil economía del club se pueda permitir regalarle unas vacaciones de lujo a estos futbolistas que, además, en algunos casos son extremadamente propensos a lesiones. Prefiero tener futbolistas como Álex Blanco, que cobra menos de la mitad que cualquiera de los citados, pues sus prestaciones son, como mínimo, iguales, aunque el baremo lo ponen tan bajo que un jugador de Regional Preferente lo haría también mucho mejor.

Contra el Barcelona solo falló que tuvieras en banda izquierda a un jugador malo, que elige siempre de manera incorrecta, que no tiene pase, no tiene gol, no tiene regate ni desborde y, por supuesto, carece de visión de juego. Al menos demuestra ir justito de inteligencia en el campo. Fuera no lo sé, pero eso no viene al caso. Yo solo juzgo al futbolista, pues hasta diría que debe ser una excelente persona. Cheryshev aporta sacrificio y generosidad en el esfuerzo, pero ese es un bagaje muy pobre para un jugador de élite y cuyo salario está más de la mitad para arriba dentro de la media de la plantilla. Si hubiese tenido un poco de calidad a la hora de jugar el balón (y de eso se trata), casi con total seguridad hubieses ganado a los blaugrana en su casa. Pero nos quedamos siempre en un “¡ay!”, en un “casi”: casi ganamos, casi perdemos, casi nos eliminan, casi marcamos, casi dejamos la portería a cero…La falta de calidad es la que te lleva a morir siempre en la orilla de los objetivos, incluso en los casos en los que hiciste el papelón de tirar por la borda toda una primera parte: luego Gameiro falla lo que no debería fallar, o el otro no está atento al rechace del penalti, o los balones centrados no van a nadie, etc.

Podría decir lo mismo de Sobrino y Mangala. Los dos jugadores son muy distintos y representan casos dispares, aunque su resultado sea el mismo. Lo de Rubén Sobrino sigue siendo un expediente X que nadie acaba de entender. Me parece uno de los mayores timos de la estampita al que quisieron jugar Marcelino y Alemany. Su coste (sobre los cinco millones) unido a su ficha y lo que hace este chico con el balón, lo convierten en uno de los peores futbolistas de la historia del club, muy en la línea y sintonía de un Sabin Ilie, por ejemplo. O incluso te diría que es peor que el jugador rumano. A este nivel estamos. Sinceramente, no sé qué hace ya ni en las convocatorias, más aún después de su desagradable actuación en copa, demostrando que ni está ni se le espera. Ya sé que nunca debió venir un futbolista así, pero ya que está, intenta sacarlo como sea, porque cobra, no juega, no sabe jugar tampoco y cierra la posibilidad a un chaval de la escuela que, desde luego, siempre aportará mucho más que él. Su calidad te baja la media de todo el equipo. Y hablo también del futbolista, no de la persona, que seguramente sea de una extrema sensatez y calidad humana. Ojalá pudiera ofrecer algo más de lo que está ofreciendo, pero no es así. Hoy por hoy, está en el pódium de la historia negra del club.

Mangala es un exfutbolista, que está aquí porque al señorito Lim se le antojó. Su salario es abusivo y sus prestaciones son pobres o muy pobres. No sabe colocarse, ni sabe anticipar: hará mucha dieta y meditación mediante el yoga, pero su propensión a las lesiones cabría que la analizara. Si jugadores como Ayala, Djukic u Otamendi, por citar ejemplos, hacían más buenos a los que jugaban con ellos, el caso de Mangala es al contrario: los convierte en más malos, en frágiles defensas, que deben dividirse entre tres para cubrir la constante cadena de despropósitos defensivos. Parece que juega con el contrario.

Lo de Jason sí me duele, porque creo que puede tener más presencia en el equipo, lo que pasa es que su rendimiento me contradice todo argumento que esbozo para mí mismo cada vez que le veo defendiendo este escudo: no sé si es demostivación, falta de actitud, falta de sintonía con el entrenador o porque quiere salir como sea. La verdad es que daña ver que el equipo solo responde de principio a fin cuando el caché del rival permite lucirse para los demás, como si entonces me forjo una posibilidad de promocionarme, que diría aquel. Y duele más ver que tenemos futbolistas que ni así son capaces de dar un rendimiento óptimo. 

Ya que estamos ante un cambio de ciclo muy profundo, hagamos de ese cambio un pretexto para quitarse lastre de en medio. El Valencia CF que funciona solo tiene doce o trece futbolistas y todo lo demás entorpece, empobrece, embrutece y no es capaz ni de ganar a un tercera división. Pongamos el color que pongamos, la realidad nos pone ante este mapa de los hechos y lo demás, pues excusas de mal pagador.


Noticias relacionadas