opinión

Y por fin el final del Centenario

9/01/2020 - 

VALÈNCIA. Lo mejor del Centenario está llegando: el principio del final del propio Centenario, el inicio de lo que está por venir. Hace un año, la desolación por los escasos planes oficiales en torno a los 100 años escondía la efervescencia que, sumergida, estaba ya discurriendo fuera de los canales habituales. Terminó emergiendo.

Insistíamos en que el Centenario sería productivo si en lugar del punto de destino era el punto de origen. Celebrar unas bodas de oro encumbrando lo que fuimos está bien, pero está mejor cuando sirve de asidero para agarrarse bien al futuro. 

Frente a la habitual monserga ceniza sobre todas nuestras taras, detecto más bien el despertar de decenas de proyectos ajenos a los malos presagios, ajenos a las propias dinámicas corporativas (no todo necesita el apoyo de la SAD), celebrando el club más allá de resultados. Son voluntades viscerales, híbridos entre lo físico y lo digital que prometen consolidar al entorno del Valencia como un vivero fértil para recrear lo mejor (que incluye lo peor) del propio club. 

Esa estima propia -canalizada de una manera u otra según las inquietudes- es lo que salva al Valencia de las torrenteras fatales. La producción editorial en los últimos meses, los impulsos musicales, las movidas editoriales tan dispares como las de Carlos Rosique o Ciberche, The Barraca o Viachers, Pepe Dus o Veus Fé-Cé, el impulso gráfico de Lawerta y el impulso fáctico de Lahuerta, el gabinete de autores que velan y exhuman la memoria valencianista. Hoy son ellos (dejo por citar a tantos otros que ignoro), justo a la vuelta de la esquina vendrán más. Una camada de mezcolanza generacional con una vocación compartida. 

Tengo la sensación de que el Valencia está acompañado de escoltas de una potencia distintiva precisamente porque han tenido que imaginar a la contra, sin ningún discurso prefabricado del que tirar. Este año ‘Uno’ tras los cien es su momento. Es la ocasión propicia para contarlo de otra manera, cada vez más abierta; de paso, para provocar la unión entre todas estas verticales, estimular su denominador común. 

Ellos son el mejor dique de contención frente a la incertidumbre. ¡Gracias por vuestro año!

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