opinión

¿Y si no bastara solo con esto?

7/03/2019 - 

VALÈNCIA. Hay una sensación inevitable durante estos días: se está fraguando un equipo. Por primera vez, qué asombroso, no se afirma colectivamente que “ja tenim equip!”. Es más bien un “ja s’està fent un equip!”. Reflejo de hasta qué punto el entorno, la hinchada, acompaña comprensiva, sabedora de que esta  agrupación de futbolistas anda lejos del potencial y el talento presumido, pero tiene una línea clara de compactación. Con la final de Copa, además de toneladas de buena onda, el Valencia ha comprado tiempo para seguir el proceso. ¡Aprovéchese!

La paradoja defensiva. El Valencia encaja pocos goles, ha fortalecido hasta un punto inimaginable su defensa (la llegada de Roncaglia, además de una conjura de los astros, señala una claridad sobre el estilo de defensores que se pretende). Es uno de los ocho equipos de Europa que menos ha perdido. En cambio, esta travesía en Liga, esta infinita consecución de nuevas bolas de partido.

Después del triunfo contra el Athletic (tras el Valencia-Betis, el segundo partido que sucedió tal cual lo imaginó el entrenador) insistió Marcelino en que nada diferente había ocurrido al resto de partidos recientes empatados.

Justo ahora que el equipo camina por este tránsito, puntual, cubierto de pétalos, es también el punto para indicar que evidentemente la barbaridad de empates acumulados no se ha producido por la mala fortuna o la simple falta de eficacia. Más bien por la simpleza en los planteamientos ofensivos y el acobardamiento de los delanteros.

¿Y si no bastara solo con esto? El equipo ha perfeccionado el método, conforme ha acumulado confianza se ha comportado más recto, más persistente, más veloz en el castigo. Pero no parece probable que las cosas sucedan muy distintas cuando el rival se amotine, o cuando se eche atrás taponando todas las vías de contraataque, o cuando amuralle el partido evitando que el Valencia pueda salir rápido. 

Sencillamente porque el equipo, más cerca que nunca de interpretar su partitura como nadie, sufre cuando tiene que jugar con otra música. Ahora que el Valencia es más grupo, ahora que se ha ganado el respeto, es cuando debería dar los pasos para ser más complejo, para tener alternativas, para crear peligro de otras formas, para ser más incisivo cuando el rival achicharra. 

Precisamente porque queremos tener equipo, no debe bastar solo con esto.

Noticias relacionadas