VALENCIA. Se puso de moda anunciar jugadores sin previo aviso. Los veranos dejaron de ser un Vietnam para convertirse en un bodrio sideral. Te digo que Kostic ha pasado la revisión médica, pero te presento a Nani. Te comento que he preguntado por un serbio extraño que está en el Real Madrid, pero me traigo de allí a un tal Medrán, para que te vuelvas loco preguntando si éste le sabe dar de empeine o es de los que juegan con dos pies derechos.
El Valencia perdió raigambre. En tiempos, cuando fichar canteranos del Madrid era una afrenta y no un favor a un poderoso, estas cosas eran mucho más divertidas.
Eran otras formas de hacer, más nuestras. Se daban situaciones como observar a Cúper, sin entender el porqué de aquellas preguntas, durante una hora en sala de prensa afirmando a gritos que la plantilla estaba cerrada, mientras el consejo de administración reunido en secreto —cuando la palabra secreto significaba que lo sabía toda la ciudad menos el entrenador— anunciaba la contratación de Deschamps. Un señor francés que había traído por sorpresa un directivo desde sus vacaciones, como el que se trae azúcar de Andorra, al coincidir con él en una sauna en lugar exótico y ser cautivo de su verborrea.
Fueron tiempos mágicos, donde cualquiera tenía firma y un consejero con ínfulas podía fichar a capricho, en los que se conocían más los nombres de nuestros mandamases que los rostros de los jugadores.
En un acto de insensatez Meriton decidió poner fin a eso. Ni un Dariusz Wosz, ni un Jardel... Ni Ayestarán pactando entrevistas en las que soltar que Sneijder no da el perfil, y que él no le quiere en su equipo, horas antes de viajar a Ámsterdam para sellar el acuerdo.
No acaban de aclimatarse estos asiáticos. Sin escándalos estivales, ni hecatombes, ni una crisis nuclear, ni un fin del mundo... nada, más que esperar a que se te ilumine la pantallita con la palabra "Comunicado Oficial". Tras una vida de veranos a fuego y sangre no pueden venir ahora con estas. ¿Qué se han creído? Por nuestro bien, necesitamos escandalizarnos.
No digo que envien a Jaume Molina a Argentina y se traiga al Tornado Alonso por 12 millones. Mucho menos que se hagan amigos de Beccali y llenen esto de rumanos. Pero no sé, sacad a pasear de vez en cuando a Mendes. Què s'haurà fet d'eixe home? O fichad a un chaval portugués por 15 para que podamos decir que es una estafa, y vendanlo dos años más tarde por el triple para continuar diciendo que nos estafan. Menearos un poco, vamos.
Al menos algo bien sí hay. Pusieron un director deportivo para que le critiquemos cualquier cosa que haga, al estilo de cuando no había director deportivo. Por lo menos nos han dado eso. Aunque nos resulte insuficiente. Yo sólo quiero que respeten nuestras tradiciones: Dennos un follón veraniego, que esto está muy aburrido.
