VALÈNCIA. El jugador del Valencia Yunus Musah se mostró triste porque no le impactaron los insultos racistas que sufrió el jugador del Real Madrid Vinicius en el encuentro que ambos equipos disputaron en Mestalla hace un mes porque está acostumbrado a ver ese tipo de situaciones en otros estadios de la Liga.
“Honestamente, no me impactó porque he visto cómo pasaba muchas veces antes. No en Mestalla sino en la Liga. No fue una sorpresa y es triste porque no debería ser normal. Se puede hacer mucho más para proteger a los jugadores de esto y para expresar lo intolerable que es y las consecuencias tan serias que tiene”, explicó en una entrevista en The Guardian.
El centrocampista, nacido en Nueva York y con doble nacionalidad estadounidense e inglesa, explicó que estaba lejos de la zona en la que se produjeron los insultos y subrayó lo mucho que le disgustó que Mestalla cantara contra Vinicius cuando se retiraba minutos después de ese incidente tras haber sido expulsado tras propinar un golpe en una tangana.
“Fue triste ver cómo el estadio cantaba a su máximo volumen contra alguien que había recibido insultos racistas. El estadio estaba a la máxima potencia que yo he oído. No puedo imaginar cómo se tiene que haber sentido Vinicius”, apuntó.
El jugador del Valencia recordó también cómo lo pasó en la complicada salida del estadio que tuvieron que vivir los jugadores del Valencia tras quedar eliminados de la Copa del Rey ante el Athletic y reconoció que temió por su integridad.
“Los aficionados estaban muy enfadados tras ese partido y no nos dejaron salir del estadio esa noche. No fue seguro hacerlo. Mi hermano vino a por mí. Fue a por mi coche al parking y vino a la puerta del estadio. Cuando fui hacia él, tuve que ponerme a correr porque algunos aficionados se pusieron a correr hacia mí. Cuando estaba dentro empezaron a tirarnos cosas”, señaló,
“Fue desagradable. Nosotros también somos personas. Ellos estaban muy enfadados tirando cosas al coche y tratando de zarandearlo. No fue agradable”, insistió.
El centrocampista admitió que a la plantilla le ha costado jugar con la presión de poder descender “porque habría afectado al club a largo plazo” y señaló que en su caso “las inseguridades y los nervios” hicieron que no se encontrara cómodo en algunos partidos “por lo que había en juego”.
“Fue un gran reto pero finalmente conseguimos la salvación”, destacó Musah, que subrayó también el importante papel que tuvo la afición. “Al final de la temporada, las cosas cambiaron y la afición volvió a ser un gran factor a favor nuestro otra vez. Estuvieron apoyándonos y eso sí que fue bonito”, señaló.