VALÈNCIA. Miguel Zorío, exvicepresidente del Valencia CF, ha salido rápidamente al paso del nuevo engaño que Peter Lim y su diseñador gráfico de cabecera, intentan someter a la Alcaldesa de Valencia: “hace menos de dos meses, Layhoon se dirigió a los accionistas del club para informarles que el presupuesto final del nuevo estadio nunca estaría por debajo de los 340 millones de euros, y ahora el mago Fenwick rebaja esa cifra a 265 millones. Ese mismo mes de diciembre, el club convocó en sus oficinas a los arquitectos y a las constructoras para hablar de la situación del nuevo Mestalla, y en la reunión se situó la cifra necesaria para terminar el proyecto low cost en cerca de 180 millones de euros, de los que el club sólo tenía los 80 millones de CVC. Ahora Fenwick reconoce que sus cifras no están contrastadas con el proyecto de ejecución y que son a título informativo. ¿Y que busca Lim con todo este empastre?. Muy sencillo: decirle a la Alcaldesa, tengo casi todo el dinero para terminar el estadio, tú dame el convenio urbanístico y tendrás un estadio para tus partidillos del Mundial. La realidad será que comenzará la obra, y no tendrá dinero para terminarla. Eso sí, él pegará un pelotazo urbanístico que terminará de arruinar al club y dejará en ridículo al consistorio. A día de hoy las constructoras no tienen el informe de la OCA ni está subido al expediente”.
Como ya recordó Zorío esta misma semana, la Ley del Deporte, de 1990, como el Real Decreto 203/2010, que desarrolla la Ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte de 2007, establecen que todas las localidades de un estadio de fútbol deben estar numeradas y tener asiento, al menos en categoría profesional. El reglamento de LaLiga también obliga a ello, sin excepciones.
“En los últimos años, hemos visto con sonrojo como el club de la empresa china Meriton, por ejemplo, filtró un proyecto con una cubierta sostenible (que no se iba a hacer de momento), financiado con unas torres (que no están hechas y que están dentro de convenio inexistente), con un tercer anillo que después dijeron que sí que iban a aprovechar (en el power point presentado inicialmente se dejaba con lonas que cubrían la grada) y con un segundo anillo, cuyas gradas están ya construidas, que no se pueden derribar y que llegaron a decir que sólo alojaría a 7.000 de los 22.000 asientos que allí caben. Primero pasaron de un estadio de 43000 a otro de 47.000 aficionados, desapareciendo la general de pie (que estaba prohibida) y aun así seguía siendo más pequeño que el viejo Mestalla, cuya capacidad se acerca a los 50.000. Después, Germán Cabrera le prometió a José María Olano, que llegarían a los 66.000, con un BALCÓN MEDITERRÁNEO también ilegal. Sin las plazas de parking requeridas por movilidad, con una cubierta que sólo alcanzará a los VIP,s y una fachada con una finalización de cuarta división.” ha afirmado Zorío.
El portavoz de Marea Valencianista recuerda a los políticos valencianos y a los técnicos municipales que la ATE está caducada (por acuerdo del Consell) y cualquier nuevo proyecto, incluido reanudar las obras del nuevo Mestalla necesita nuevas licencias.