VALÈNCIA. Solo con ver la masiva llegada a meta de los corredores y el cúmulo de récords alcanzados, se evidencia que la 10K Valencia Ibercaja es una prueba diferente al resto. Son ya once las ediciones que acumula esta prueba que marca el inicio del año en la ciudad del running. Un propósito que en su día era una quimera, pero que con el paso del tiempo se ha consagrado como una de las carreras de la ciudad que más gusta correr al corredor popular.
Si nos remontamos a 2008, hay que reconocer que esto de la ciudad del running no existía de en el imaginario de la gente y la sociedad valenciana; al menos como ahora lo conocemos. Sí en el cauce del rio, sí en las zonas habituales de rodaje y sí en los viejos guerreros fieles a la carrera a pie. Pero estos mismos ya empezaban a divisar el un cambio de paradigma en el ecosistema runner, que rompía con su carácter casero de carrera popular para despegar con sus propias alas y evolucionar hasta lo que hoy conocemos.
Hay que reconocer que parte de esa chispa motivacional la importaron a València dos personas como son Alex Aparicio y Michel Fauritte. Ambos, junto a diferente gente del running valenciano, empezaron a dar forma a un proyecto como es esta 10K y en gran parte, a cambiar la forma de ver las cosas en este mundo de la carrera a pie, poniendo en valor las condiciones de València como una ciudad propicia para todo lo que quisiera imaginar.
La muestra es que esta 10K Valencia Ibercaja ha ido creciendo, moldeándose y confirmándose como una cita ineludible en el calendario. Existe un nivel altísimo de competición, donde la élite arrasa y se aspira a etiqueta de oro de la IAAF, pero también ganan los clubes y la gente runner se ve protagonista. La mezcla perfecta la vivimos en la carrera de ayer: Toda una figura deportiva como Martín Fiz consiguió el récord del mundo Master 55 en la distancia apoyado en carrera por los atletas de Cárnicas Serrano. Una fusión perfecta de esencias y en conclusión, un logro que a todos satisfizo y que conectó el cielo con la tierra.
Con el paso del tiempo, esta prueba ha ido evolucionando con nuevos valores que la reafirman. Hace unos años se apostó por una distancia tan carismática como es la Milla, que volvió a ser prestigiada a ojos de todos gracias a este evento. Y también, se institucionalizó el cariño por las pruebas infantiles, ayudándonos a entender que en esto de correr los niños son parte activa y que invitarles a ser parte de esta fiesta es la mejor contribución para el desarrollo de un ocio y unos valores saludables.
Pero si algo tiene la 10K Valencia Ibercaja es su imaginario para reinventarse año tras año para sorprender al corredor. Cabe recordar que esta es la carrera que te premiaba al principio con una camiseta Nike que la guardabas como oro en paño. La misma que fue de las pioneras en ofrecerte la manga larga para tu colección o la que se atrevió a obsequiarte con un kit mimetizado, con guantes y gorro para combatir los meses del frío valencia. Incluso, no te olvides que la 10K es la carrera que no te ofrecía camiseta si querías economizar el precio de tu inscripción.
Viendo los resultados, el éxito de este fin de semana en participación, marcas y llegados a meta, confirma que la 10K Valencia Ibercaja encaja a la perfección con lo que es el catálogo de grandes carreras de Valencia Ciudad del Running. Su accesibilidad y carácter propio la convierten en una carrera obligada, de las que mola correr.
Este año ha sido Ximo Bayo dando la salida con su ¡Hu!¡Ha! quien encendió los motores de los 13.000 inscritos para arrasar en carrera. Otros años fueron los de la puesta en escena con DJ y música electrónica, Y otros, los de las diferentes performances de Joxe Speaker al pistoletazo de salida…vamos, que lo de pasar inadvertido no va con esta carrera. Y esa capacidad de sorpresa, es lo que la convierte siempre en un gran éxito.