VALÈNCIA. Celades tiene mucho trabajo por delante. El Valencia volvió a cuajar uno de esos partidos que empiezan a convertirse en una costumbre en Mestalla. Al igual que ocurría con Marcelino, al equipo se le atragantó el encuentro en casa contra un rival inferior. En esta ocasión fue el Leganés, que llegó a Mestalla como colista, con cuatro derrotas consecutivas y solo un gol.
Sin embargo, el Valencia no pudo superar a los pepineros, que se llevaron un justo premio ante la incapacidad de los locales en genera peligro en ataque posicional. Los de Celades con un 4-3-3 en fase ofensiva, no pudieron penetrar en el entramado defensivo que diseñó Pellegrino. Circulaciones lentas y juego previsible de un Valencia al que le regresan los problemas del pasado. Un inicio preocupante con cinco puntos de quince posibles. Esta semana se antoja importante con dos choques ante el Getafe en Mestalla y Athletic en San Mamés que pueden alejar el tren de Europa a las primeras de cambio.
La realidad es que el ambiente que se vivió en Mestalla no es el más saludable. Otra cosa diferente es que haya motivos para ello. El Valencia tiene una crisis a sus espaldas de la que no va a ser fácil levantarse. Una afición dolida por las formas de Meriton en prescindir de un proyecto deportivo exitoso, unos jugadores con un papel difícil tras el golpe mental de quedarse sin su líder y tener que adaptarse a las variantes de un nuevo técnico que propone un juego más elaborado y una propiedad que mira para otro lado esperando que los resultados sean la solución a que desaparezcan las protestas.
En cuanto al encuentro, la realidad es que el Valencia no fue superior al que hasta ahora es el peor equipo de la categoría. Se encontró un penalti riguroso y no supo gestionar la renta obtenida por Dani Parejo desde los once metros. Además, el Valencia se caracterizó por tener algunos despistes en defensa que pudieron costar caros antes del empate. De hecho, las tablas llegó después de una falta de contundencia de la zaga y un rebote acabó en las botas de Óscar Rodríguez que fusiló a Cillessen. El Valencia apenas tenía refugio en la inspiración de un Rodrigo al que le cuesta más entrar en juego partiendo desde el costado derecho. En el izquierdo, Guedes decidió no aparecer un partido más. Tampoco compareció Maxi, que desaprovechó la oportunidad que le brindó Celades.
Pese a todo, el Valencia pudo llevarse los tres puntos en el tramo final. La entrada de Ferran Torres fue tardía, pero casi se convierte en la solución. Celades insistió con tres centrocampistas hasta el 83. El canterano dio profundidad por su banda y un pase suyo no lo alcanzó Rodrigo por centímetros cuando solo tenía que empujar a puerta vacía. También se los pudo llevar el Leganés, cuyo contragolpe en el descuento lo desbarató Cillessen con una gran intervención.
En definitiva, el Valencia no pasó del empate ante el colista y sufre un resbalón preocupante en casa. Aún así, los de Celades tendrán la oportunidad de resarcirse de este resultado el próximo miércoles en Mestalla contra el Getafe. Queda mucho trabajo por hacer.