Hoy es 15 de octubre
La mayoría de refuerzos que por los que Marcelino apostó este verano jugaban poco o eran futbolistas con un rol Cambiar esa situación en sus carreras era el hambre que buscaba en sus jugadores el técnico asturiano. La jugada le ha salido tan bien, que van camino de volver todos juntos a la Champions.
VALÈNCIA. Muy pocos venían cargados de minutos la temporada anterior, y si había alguno era por actuar en clubes de un calado mucho menor. El hilo conductor de los futbolistas que han venido bajo la tutela de Marcelino a reforzar este año al Valencia CF y lo están conduciendo camino de la Champions tienen un denominador común: cambiar la dinámica de sus carreras como profesional, el hambre.
Todos ellos (descartando Maksimovic que era un fichaje cerrado antes de la contratación del técnico) mantienen las mismas constantes vitales. Acumulan más minutos en el Valencia de lo que lo hacían en sus anteriores conjuntos. Sólo hay dos casos que se saltan la norma: Murillo (que tuvo que parar tres meses por lesión esta temporada) y Andreas Pereira (que fue de lo poco salvable la campaña anterior de un Granada que acabó descendiendo).
Para el resto sólo hay que hacer una comparativa de cifras y se llega a la fácil conclusión que Marcelino sabía perfectamente a qué "caladeros" había que ir para pescar el alimento que hiciera más fuerte a su plantilla.
Comenzamos el repaso por la portería. Neto fue fichado de la Fiore para ser el recambio del mítico "Gigi" Buffon. Sin embargo aún no ha nacido el técnico que siente al "capitano" de la azzurra. El guardameta brasileño (recientemente llamado por Tite para defender la meta de la selección) acumula en Valencia dos mil cuatrocientos treinta minutos gracias a haber jugado veintisiete de las veintiocho jornadas de liga (sólo falló en Anoeta y por decisión de Marcelino). La temporada anterior acumuló la mitad de minutos en el doble de competiciones. Mil docientos catorce minutos repartidos entre ocho encuentros de la serie A, cinco de la Copa de Italia, uno de Champions y quedó inédito en la Supercopa de aquel país.
No tan exagerado, pero sí en la misma línea se encuentra el caso de Gabriel Paulista. Dos mil quinientos diecisiete minutos suma ya el brasileño sumando sus veintitrés partidos en liga y los siete de Copa. Pese a no ser un jugador condenado al ostracismo en el Arsenal la temporada pasada, su papel era evidentemente secundario. dos mil doscientos dieciséis minutos divididos en cuatro competiciones: diecinueve partidos de Premier League, tres de FA Cup, dos de Champions y dos de Copa de la Liga.
Jeison Murillo es uno de los fichajes que rompe la norma. Pero sin duda su lesión de tres meses ayuda a convertirle en excepción. Recordar que el colombiano no pudo jugar la Copa y que en Liga acumula mil sesenta minutos como consecuencia de los trece encuentros disputados. Hasta los dos mil setecientos treinta y cinco se fue la campaña anterior en la que disputó veintisiete encuentros de la Serie A con el Inter, dos de la Copa de Italia y cinco de la Europa League. Aún así en ninguno de los casos de jugadores que alinearon cierta cantidad de minutos se les adivina un perfil de jugador con peso específico, categoría de la que sí gozan en Mestalla.
Es un caso parecido al de Geoffrey Kondogbia quien este año acumula dos mil trescientos noventa y cinco minutos, al sumar los veintitrés partidos de liga jugados y los cinco de Copa del Rey. Al finalizar la campaña anterior en el Inter, el francés sumó mil novecientos catorce minutos, debido a los veinticuatro partidos que jugó en la Serie A i los doscientos diez de la Copa.
Para que pueda descansar de vez en cuando Kondogbia, Marcelino volvió a utilizar su ojo clínico para traerse del Arsenal a Francis Coquelin quien pese a llegar en enero, ya ha disputado nueve partidos de liga y dos de Copa acumulando un total de ochocientos treinta y un minutos. El comienzo de la temporada los empezó con los de Wenger y acumuló ochocientos cuarenta y cuatro minutos, pero con importancia residual en el equipo de Wenger. Siete partidos de Premier, cuatro de Europa League y dos de Copa de la Liga. Sin embargo, a ellos hay que añadirles dos partidos de Premier League 2. Es decir, la liga de suplentes y categorías inferiores en una clara muestra de que el galo no estaba, ni mucho menos en las prefencias de Arsene Wenger.
El jugador revelación de la Liga, Gonçalo Guedes acumula este año (pese a su inactividad de un mes tras ser operado) mil ochocientos setenta y nueve minutos entre Liga y Copa. Concretamente veintitrés partidos de Liga y cinco de Copa. Un panorama que difiere radicalmente de los minutos que le dió Emery en el PSG: doscientos ochenta y cuatro. Divididos en siete partidos de Liga y cuatro de Copa. Su aportación era puramente testimonial en París.
Quien sí sale perdiendo claramente en la comparativa es Andreas Pereira. Más allá de la última lesión que le produjo Sergi Roberto, el brasileño con pasaporte belga nunca ha acabado de encontrar su sitio en el equipo de Marcelino. Tanto es así que podríamos decir que Ferrán Torres le ha "pasado por la derecha" como primer recambio en bandas con el encuentro en marcha. Las referencias no eran malas, ya que pese al descenso del Granada (club en el que militó la temporada anterior) fue de los pocos futbolistas que dio la cara en todo momento. En el equipo andaluz acumuló dos mil ochocientos ochenta y un minutos divididos entre treinta y cinco partidos de Liga y dos de Copa. Por contra este año lleva mil doscientos noventa y un minutos divididos entre diecisiete partidos en la liga y seis en la Copa del Rey.
Tampoco ha encontrado su sitio, aunque ya acumula más minutos que en su anterior aventura Luciano Vietto. En la primera parte de la temporada sumó cuatrocientos veinte minutos en el Atleti divididos entre seis partidos de liga, dos de Copa e incluso, dos de Champions. Por contra en el Valencia CF (y pese a que se esperaba más de él) ya suma seiscientos veinticinco minutos. Ha jugado seis partidos de liga y cinco de Copa del Rey, sin embargo no parece que sea el futbolista que Marcelino andaba buscando para elevar el nivel de competitividad.
En definitiva, el perfil de futbolista poco importante y con poco peso en los equipos en los que militaba, y sobre todo con ganas de darle un vuelco a su trayectoria profesional, es el hambre que buscaba Marcelino para que su grupo pelee, muerda y no baje nunca los brazos como equipo. Mal, no le ha salido ya que están camino de volver a la Liga de Campeones.