CASTELLÓ. El Castellón ha cumplido su primer mes en la competición liguera con la sensación de haberse integrado plenamente a la Segunda División, pese a contar con muchos futbolistas debutantes en la categoría.
El conjunto de Óscar Cano ha sumado ocho puntos en los cinco partidos que ha disputado y ha dejado el sello de la solidez y el buen funcionamiento colectivo en todas sus apariciones, lo que le ha permitido obtener cosecha ante cuatro de sus rivales. Tan solo el Málaga se ha llevado los tres puntos frente a los orelluts, aunque en ese partido los albinegros tuvieron cerca la posibilidad del empate.
Entre los más habituales en el once inicial aparecen cinco futbolistas que nunca habían jugado en Segunda División hasta esta temporada: Muguruza, Lapeña, Carles Salvador, Rubén Díez y Jorge Fernández. Todos ellos, junto al resto del grupo, han despejado dudas respecto a la capacidad competitiva de esta plantilla en la Liga Smartbank.
“Había incertidumbre porque la mayoría de los fichajes venían de Segunda División B y la base era la misma de la pasada temporada, pero la puesta en escena está siendo extraordinaria”, ha afirmado Óscar Cano.
El Castellón se ha tenido que adaptar a las restricciones económicas para competir ante plantillas mucho más caras, lo que no le ha impedido incordiar a candidatos al ascenso como el Leganés y el Fuenlabrada, sus rivales más recientes. Estos dos encuentros suponían una prueba de fuego para medir la capacidad del equipo albinegro en el fútbol profesional y los orelluts los han saldado con cuatro puntos de seis posibles.
“Estoy muy contento con el rendimiento de los jugadores por lo que ofrecen en el día a día y en la competición. Para un entrenador es magnífico levantarse con la ilusión de que se va a encontrar a 29 jugadores con una predisposición absoluta a lo que se plantee. Es maravilloso entrenar a este grupo”, ha subrayado el técnico del Castellón.
De momento, ese trabajo ya está dejando su impronta tras un mes de competición.