ALICANTE. Cuando visitó a principios de diciembre el estadio Rico Pérez y logró un meritorio empate (siendo mejor en algunos momentos del choque), el Villarreal B ya era un rival temible, que además contaba con un magnífico balance favorable en los duelos directos con el Hércules, pero al igual que este, tampoco es hoy el mismo de entonces.
Más regular y mejor balance defensivo
No obstante los dos empates consecutivos que ha cosechado en las dos últimas jornadas (a cero con el Atzeneta como local y a un gol en Paterna con el Valencia Mestalla), el equipo que entrena Miguel Álvarez se ha mostrado más regular que el Hércules desde que ambos conjuntos se cruzaron en la primera vuelta.
Cuando se vieron las caras en la jornada séptima, los blanquiazules eran segundos clasificados con 12 puntos, después de dos empates, tres victorias, una derrota, cinco goles a favor y dos en contra, mientras que el Villarreal B era cuarto con 10, tras dos victorias, tres empates, una derrota, ocho goles a favor y cinco en contra. Ocho partidos después, el Hércules es tercero con 24 puntos y los amarillos cuartos con 22. Es decir, que de los 24 puntos disputados desde el choque del Rico Pérez, los dos han sumado 12, después de ganar tres partidos, empatar otros tres y perder dos. Ahora bien, mientras que las tres victorias de los blanquiazules llegaron en los dos encuentros que siguieron al derbi de la primera vuelta y en la última jornada ante el Ibiza, habiendo protagonizado entre tanto una crisis de juego y resultados (cinco encuentros consecutivos sin ganar) que provocó dos cambios de entrenador, el filial del Villarreal ha sido más regular a la hora de sumar y 'pinchar': no ha atravesado un bache acusado como los blanquiazules y ha mejorado su balance defensivo, pues ha encajado cuatro goles en los últimos ocho partidos por los siete que ha recibido el equipo que hoy entrena Manolo Díaz.
Movimientos en el mercado de invierno
Al igual que el Hércules, el club castellonense quiere que su filial compita el próximo curso en el fútbol profesional. Para eso ha de acabar la fase regular entre los tres primeros, pues solo así se le abriría la puerta a luchar en la segunda fase por la clasificación para el 'play-off' de ascenso a Segunda A. Además, el ocupar una de las tres primeras plazas a la finalización de la primera fase lleva aparejado el premio de asegurarse la participación la próxima temporada en la Segunda B-Pro si no logra ascender.
Para acercarse a los citados objetivos, el Villarreal B se reforzó en el mercado de invierno con el mediocentro Sergio Lozano, que el club amarillo tenía cedido en el Cartagena, y con el delantero Jack Harper, que también jugaba en el equipo murciano pero a préstamo por el Getafe. Además, repescó al lateral Andrei Ratiu y al delantero Simón Moreno de sus respectivas cesiones en el ADO Den Haag y el Cartagena, aunque el primero de los movimientos realmente ha estado dirigido a reforzar al primer equipo (el futbolista rumano tiene ficha del filial pero es uno más del grupo que entrena Unai Emery), y el segundo estuvo seguido de un tercero que llevó al delantero cartayero hasta el Mirandés. No fueron esas las única 'salidas' del filial amarillo mientras la ventana de fichajes de invierno estuvo abierta y es que el joven mediocentro Andi Bogdan, que jugó en la segunda mitad del choque del Rico Pérez, regresó al Guijuelo para jugar en él como cedido la segunda mitad del curso.
Después de los citados movimientos, 'Transfermarkt' ha pasado de tasar a la plantilla del Villarreal B en 4.400.000 euros a hacerlo en 6.850.000, lo que la convierte en la quinta con mayor valor de mercado de la categoría (la del Hércules es la décima con 5.480.000 euros). El extremo francés Haissem Hassan, por el que el club de Fernando Roig pagó en verano al Chateauroux dos millones de euros por sus derechos económicos, sigue siendo el futbolista con mayor valor de mercado del conjunto amarillo con 2.000.000, seguido ahora de Jack Harper con 500.000 euros.
Bajas
Al igual que en el encuentro de la primera vuelta, este sábado son seguras las ausencias de los extremos Álex Baena y Yéremi Pino y del delantero Fer Niño, que en la práctica son futbolistas del primer equipo, y las de los mediocentros Ramiro Guerra y Ramón Bueno, lesionados de larga duración. Ahora bien, en esta ocasión se unen a la lista de bajas el anteriormente mencionado Andrei Ratiu, que como Baena, Yéremi y Fer Niño participa de la dinámica del primer equipo, y el lateral derecho Maximiliano Villa, futbolista cedido por el Girona que a principios de febrero, en un entrenamiento, se rompía el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha.
Un duelo directo clave
Con solo tres jornadas por disputarse, Alcoyano, (25 puntos), Hércules (24) y Villarreal B (22) van a pelear por las dos plazas de la zona noble que quedan vacantes en el subgrupo 3B, ya que el Ibiza tiene asegurada la otra.
En función de lo que ocurra en el duelo directo entre el Villarreal B y el Hércules de este sábado, lo anterior puede quedar resuelto en gran medida o no: una victoria del equipo blanquiazul en la Ciudad Deportiva del Villarreal no solo le colocaría con pie y medio en la segunda fase por el ascenso, es que también acercaría a la misma al Alcoyano aunque este no consiga ganar el domingo a la Peña Deportiva. Eso sí, el Hércules todavía necesitaría sumar un punto por si al Villarreal B se le ocurriese ganar los dos últimos partidos y el Alcoyano, de no lograr los tres puntos este fin de semana, directamente una victoria ya que tiene el coeficiente de goles particular perdido con el filial amarillo que todavía podría empatar con él a 28 puntos.