El club rechaza que las razones sean estrictamente económicas y explica que la inversión en cada jugador es superior al precio que paga cada familia a cambio de que el niño juegue con la camiseta del Valencia.
VALÈNCIA. El Valencia pretende convertir su escuela de jugadores de la Ciudad deportiva de Paterna en una escuela de élite donde solo tengan cabida los jugadores más talentosos tal y como publicó Plazadeportiva.com el martes. La idea que maneja el presidente del club Anil Murthy, consensuada con los técnicos de la Academia, según la versión del club, es la de prescindir de los doce equipos de pago, es decir del listado de equipos de Fútbol 8 de la línea denominada Escuela VCF y mantener la docena de conjuntos de la línea llamada Academia VCF, compuesta por los jugadores becados y de más calidad según el criterio de los técnicos. Cada línea cuenta con un coordinador y 18 monitores que se distribuyen en grupos de tres miembros entre todos los equipos. La medida afectaría a 180 niños y a unos 20 monitores que forman el fútbol social y forma parte de la reestructuración que pretende Anil Murthy para el fútbol base de Paterna.
Estos son los motivos que aduce el club para llevar a cabo las modificaciones que pretende en su fútbol base:
SOLO PARA LOS TALENTOSOS
La razón principal que argumenta el Valencia para llevar a cabo la reestructuración de las categorías inferiores es que los técnicos pretenden trabajar en Paterna solo con los mejores para dotar de mayor calidad a su cantera. El club entiende que hoy en día la Ciudad deportiva está saturada con muchos equipos de fútbol 8 trabajando al mismo tiempo, lo que repercute negativamente en la formación del jugador, ya que los tiempos de entrenamiento y los espacios con los que cuentan los monitores o entrenadores para formar a sus jugadores no son los más adecuados.
El club expone que los perjudicados son los jugadores más talentosos, es decir aquellos que están becados y no pagan porque en su día fueron captados por los técnicos de la sección de captación de la Academia, ya que los equipos con jugadores de pago ocupan y les restan espacios y horarios. Sin los equipos de pago, la escuela se podría administrar de otra manera para que pudieran rendir más los jugadores escogidos, empleando, por ejemplo, más tiempo de entrenamiento y disponiendo de mayor espacio para entrenarse.
EL COSTE SOCIAL
Otro motivo que defiende el club para llevar a cabo esta remodelación es el coste social que supone prescindir temporada tras temporada de los niños que forman los equipos de pago cuando acaban el fútbol 8 y tienen que dar el salto al fútbol 11. El Valencia explica que suben pocos niños del fútbol social al fútbol de élite y que, como la mayoría no pasa el corte y tienen que salir del club por falta de calidad, los padres, familiares y los jugadores descartados generan un foco de conflicto porque se marchan con una sensación de rechazo que no entienden tras años de estar pagando. Esto según la versión del club pasa factura en abonos y provoca rechazo.
LA SOLUCIÓN PARA LOS DESCARTES
La solución que tiene en mente el Valencia y que ya utiliza con los jugadores con los que tiene dudas es la de los equipos conveniados. La entidad cuenta con un gran número de clubes a lo largo de la Comunidad Valenciana, la mayoría de ellos en la provincia de Valencia, con los que tiene un acuerdo para tener derecho preferencial sobre los jugadores que destaquen. Al mismo tiempo, también recurre a esos clubes para colocar a los jugadores con los que tiene dudas o no tienen cabida en un momento determinado en sus equipos principales. Esta sería una solución para colocar a los jugadores descartados más interesantes que ya se utiliza.
LA ESCUELA DE PAGO NO CUBRE GASTOS
El club rechaza frontalmente que las razones de esta medida sean estrictamente económicas pero explica que la inversión que realiza en cada jugador es superior al precio que paga cada familia a cambio de que el niño juegue con la camiseta del Valencia. Tampoco quiere subir precios para que sea más rentable porque defienden que la escuela no está para ganar dinero. El jugador que permanezca y se forme en Paterna tras los cambios tiene que tener talento y progresión y no tiene que pagar ninguna cantidad por formarse a diario con los técnicos. El ejemplo es Silva. Eliminando los equipos sociales el contexto en el que el niño se entrenará y educará ganará en calidad, lo que redundará en una mejor formación. El escenario tiene que ser deportivo y no económico.
En concreto, la cantidad anual que actualmente paga una familia para que su hijo juegue en el Valencia es de 1.100 euros si el padre del niño es accionista y de 1.200 euros si no lo es. El dinero se puede pagar en un único plazo o se puede hacer efectivo en dos o tres vencimientos pero, en ese caso, el club cobra un incremento de 50 o de 100 euros por acceder a fraccionar el pago en dos o en tres veces.
EL CONTRATO CON ADIDAS NO PAGA LA ROPA DE LA ESCUELA
Murthy argumenta que la ropa de Adidas, que viste a todos los equipos del fútbol base, corre a cargo del club porque está fuera del contrato que en su día la marca firmó con el Valencia. Ese dinero en equipaciones, al parecer, es el que el club no está dispuesto a volver a emplear en la docena de equipos de la escuela y piensa ahorrarse en el presupuesto de la próxima temporada. El pack de ropa de la marca oficial que el club le da a cada niño es completo y lleva de todo: dos equipaciones de juego; chándal de invierno; polo y bermuda de paseo para verano; camiseta, pantalón y medias para entrenar; bolsa, chubasquero, sudadera y plumífero.
ALESANCO QUERIA ELIMINAR TODO EL FÚTBOL 8
El proyecto actual del Valencia no es tan radical como el que pretendía Jose Ramón Alesanco. El ex director deportivo, fue antes director de la ciudad deportiva y para el verano pasado tenía en mente eliminar de golpe todo el fútbol 8. Es decir cargarse de un plumazo tanto el fútbol social como el de élite. Alesanco pretendía trabajar en Paterna exclusivamente el fútbol 11. Al final, el club paró el golpe y redujo a 24, 12 por línea, el número de equipos.
La temporada pasada había 18 equipos por línea y un total de 36 plantillas de fútbol 8 pero al inicio de esta temporada ya se produjo una reestructuración que afecto a 12 equipos, seis por línea y dos por categoría, hasta dejarlos en los 24 actuales. Hace un tiempo, el club también prescindió de sus equipos de categoría Querubín.