VIGO (EFE). El Villarreal salió de Balaídos en puestos de Liga de Campeones después de arrollar al Celta de Vigo (0-4), donde noqueó a un rival que repitió la pobre imagen de la Copa y en veinte minutos encajó tres goles.
Sin Iago Aspas, lesionado frente al Real Madrid, el equipo de Coudet se ha descompuesto. Ha perdido gol, pero también personalidad, creatividad y empuje. Le pasó en Ibiza y esta noche. En el primer tiempo, fue un juguete en las manos de su rival, que lo golpeó cada vez que se aproximó a su área.
Dos errores graves en la salida del balón condenaron al equipo vigués con dos goles de Gerard Moreno y Moi Gómez antes del primer cuarto de hora. Coudet estaba desesperado en el banquillo, pero la pesadilla no paró ahí.
Parejo, con una falta lateral que no remató nadie y acabó en el fondo de la red, y Fer Niño, tras otro error en el pase de Hugo Mallo que propició un contraataque amarillo, aumentaron la renta del Villarreal, que bajó el ritmo en la segunda parte pero aún así dispuso de alguna oportunidad para lograr una goleada mayor.