ALICANTE. La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) anunciaba este lunes que ha elaborado un protocolo anti-Covid "reforzado", a partir del que el Gobierno Central y las Comunidades Autónomas (CCAA) aprobaron (fue un visto bueno inicial que sigue pendiente de ratificación) la semana pasada.
No obstante el anuncio, desde Las Rozas no habían hecho llegar anoche ni a Federaciones Territoriales ni a clubes ese "protocolo reforzado" por lo que lo único que se sabe del mismo es lo que la RFEF había desvelado horas antes en una nota de prensa:
- se contempla "un mecanismo de coordinación y asunción de responsabilidades compartidas para cuando las competiciones de ámbito estatal sean de gestión directa de la RFEF", de manera que "la supervisión" del cumplimiento corresponderá a la propia RFEF
- "se deberán crear y nombrar los Delegados de Cumplimiento del Protocolo, los Responsables de Higiene y los Jefes Médicos de cada Club y de la RFEF para la supervisión de todos los procedimientos" previstos para la "detección, vigilancia y control de la Covid-19", definiéndose "las actuaciones que deben desarrollarse por cada uno de los agentes implicados" en caso de un positivo.
- se fijan unas "reglas y procedimientos" comunes "para los entrenamientos durante la temporada, los desplazamientos y, en su caso, los alojamientos distintos del domicilio, las instalaciones y/o espacios deportivos, los partidos de las competiciones oficiales, las medidas para permitir y favorecer la presencia de los medios de comunicación, incluidas las televisiones, en los partidos, y la presencia limitada de público".
- define las actuaciones que deben desarrollarse por cada uno de los agentes implicados en caso de un positivo durante el desarrollo de la competición.
- se han modificado las bases de competición contemplando supuestos de "no finalización" de esta o "de finalización con dispar número de partidos entre unos equipos y otros"
- al RFEF se compromete "a crear un fondo de cofinanciación de aquellas pruebas de control de la Covid-19 que las administraciones públicas sanitarias y deportivas de ámbito estatal y autonómico aconsejen y definan", al tiempo que "se compromete a aportar una parte de los costes de dichas pruebas y también a facilitar la compra de las pruebas a aquellos clubes que, decidiendo tener que hacerlas, tuvieran dificultades para acceder a las mismas".
Es decir, que si el Protocolo de actuación para la vuelta de competiciones oficiales de ámbito estatal y carácter no profesional aprobado (aprobación pendiente de ratificarse) la semana pasada se caracterizaba por efectuar fundamentalmente recomendaciones, el "reforzado" de la RFEF parece que da un paso más pero al no haber sido desvelado se desconoce de qué alcance.
Los clubes permanecen expectantes porque hay mucho dinero en juego: por un lado, los ingresos por publicidad, patrocinios y especialmente taquillas y venta de abonos dependen de que se permita la presencia de público en las gradas; por otro lado, porque esos mecanismos de control y detección de positivos llevarán aparejado un coste (por ejemplo, el de las pruebas de Covid-19).
El Hércules, que con base a la normativa de la Generalitat Valenciana (el protocolo aprobado la semana pasada, como no podía ser de otra manera, mantenía en manos de las CCAA la decisión sobre la presencia de público en las gradas) podía solicitar autorización para jugar ocupando hasta un 75% del aforo ordinario del estadio José Rico Pérez, se puede encontrar ahora con que el protocolo de la RFEF (el Consell advertía que en el caso del fútbol no profesional, por ejemplo, si desde Las Rozas se establecía una norma específica (un protocolo) sería esta y no la normativa emanada de la conselleria de Sanitat la que regiría la asistencia de público) es más restrictivo y le obliga a diseñar una campaña de abonos distinta a la que se tenía en mente o, directamente, a desistir de hacerlo por el momento.