Hoy es 15 de octubre
ALICANTE. La Agencia Tributaria mantiene las mismas exigencias que ya la puso sobre la mesa al Hércules el pasado mes de julio para cerrar un nuevo convenio singular que permita reordenar el pago de los 3,9 millones de euros que le adeuda, pero hay un factor que con el paso de los días aumenta su peso, lo hace a favor del club y respecto las condiciones del citado aplazamiento: se trata de la sentencia del Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) que anula la famosa Decisión de Recuperación por la que la Comisión Europea le reclamaba el pago de 7,1 millones (intereses incluidos).
Se ha cumplido la mitad del plazo de dos meses para recurrir ese fallo sin que Bruselas haya movido ficha, por lo que la firmeza del mismo está más cerca y con ello que el club blanquiazul no tenga que aflojar la citada suma. Algo que afecta también a la Agencia Tributaria, toda vez que sería esta la encargada de recaudar los siete millones, un crédito que además quedaría por delante de la propia deuda del club con el fisco: si la sentencia de la Sala Cuarta del TGUE se convierte en firme, la Decisión de Recuperación quedará definitivamente anulada, el Hércules no tendrá que pagar los siete millones de euros y Hacienda 'solo' recaudar los 3,9.
En el club no quieren reconocerlo, pero saben que la magnífica noticia que supondría que se confirme la anulación de la Decisión de Recuperación tendría como efecto colateral que el fisco aflojase un tanto: por ejemplo, reduciendo la suma que exige por adelantado (dos millones) y/o rebajando las garantías (aval bancario) que pide para respaldar el pago aplazado de la deuda restante.
El Hércules descuenta los días para que venza el plazo de dos meses para recurrir, al tiempo que se mantiene en contacto con sus abogados (el despacho de Barcelona que ha defendido sus intereses en Luxemburgo) y el Instituto
Valenciano de Finanzas (el organismo al que habría que pagarle los dichosos siete millones y que tiene línea directa con la Comisión que no olvidemos tampoco que además de recurrir puede abrir un nuevo expediente). Por una vez los plazos corren para bien.