ALICANTE. La foto no vale para ganar el 'World Press Photo', pero ilustra quién manda en el Hércules.
Minutos antes de las ocho de la tarde del lunes se apagaba la luz del despacho de Enrique Ortiz, poniendo fin este y Juan Carlos Ramírez a una reunión de más de dos horas de duración tras la que, vaya por delante, los protagonistas negaban haber abordado la continuidad de Vicente Mir en el cargo. Los empresarios apuntaban a la comisión deportiva y a lo ya adelantado a mediodía por Alicante Plaza, a que Francisco Escudero y Paco Martínez abogan por mantener al preparador de Meliana en el cargo.
"Se pierde más que se gana con un cambio ahora", venían a decir al alimón, en plena avenida de Alfonso El Sabio, los empresarios, añadiendo que la frase no era suya sino de los integrantes de la citada comisión, que "son los que toman las decisiones en materia deportiva" y que, por tanto, Mir continúa.
¿Y Quique Hernández? El presidente, quien por la mañana manifestaba que no podía responder "sí o no" a la pregunta sobre si Mir iba a ser destituido porque "no quería mentir", a primera hora de la tarde declaraba a este medio que "las decisiones las aceptamos todos". Es decir, que no estando por la labor de que siga Mir (si de él hubiera dependido no se habría sentado en el banquillo ante el Sabadell, recordemos lo que costó que le confirmara en el cargo el día de su presentación), acataría una decisión en contrario que, si se la adjudicamos a la comisión deportiva, no se adoptó el lunes precisamente y, si le atribuimos la paternidad a Ortiz y Ramírez, se adoptó a última hora de la tarde de ese día. En cualquier caso, lo que una vez más queda de manifiesto es que los "plenos poderes" que decía Hernández tener no son tales... Y que Mir será el entrenador el domingo.