ALICANTE. Al final fueron alguno más de 300 los aficionados del Elche que se dieron cita este domingo en la Ciudad Deportiva del Valencia para apoyar a su equipo frente al filial valencianista.
La inmensa mayoría de ellos, los que habían podido adquirir su entrada a lo largo de la semana en Elche, se situaron en la zona visitante pero en la tribuna también hubo color franjiverde, amén de dejarse ver allí un buen número de ilustres del club del Martínez Valero (también del Valencia con el técnico del primer equipo, Marcelino, a la cabeza), tanto del terreno de juego, como de su banquillo y despachos.
El rostro de todos ellos fue mutando conforme se desarrollaba sobre el siempre cuidado césped del Antonio Puchades un partido que fue de ida y vuelta, especialmente en su primera mitad.
Así, tras los jarros de agua fría que supusieron los tres tantos del Mestalla en el primer cuarto de hora, mitigados en parte con el primer gol de Sory Kaba, los aficionados franjiverdes se vinieron arriba con el de Manu y la expulsión de Jordi Sánchez que condenaba antes del descanso a jugar al rival con un hombre menos. El golazo de Sory Kaba de chilena a los seis minutos de la reanudación les terminó de cambiar la cara y si bien su equipo, todo y la pegada que le caracteriza, no logró culminar la remontada ante un rival cuyo fuerte no es precisamente el defender, se puede decir que emprendieron el viaje de regreso a la provincia de Alicante (no sin antes recibir personalmente el agradecimiento por su apoyo de tanto el presidente, Diego García, como del técnico, José Rojo 'Pacheta') con una sonrisa que a buen seguro que será inmensamente más amplia si derrotan al Lleida el próximo fin de semana.