José Sepulcre, Diego Fuentes, Tomás Alvarado y Serafín Enrica comparecen a solicitud de la UDEF en la Comisaría Provincial en cuyas dependencias fueron informados de que quedaban detenidos por la presunta comisión de los delitos de estafa, apropiación indebida, blanqueo de capitales y falsedad documental, acogiéndose posteriormente a su derecho a no declarar y quedando en libertad con cargos. Juan Carlos Ramírez, por su parte, también acudió a las dependencias policiales de Isabel la Católica y sobre él pesa la misma acusación pero no fue detenido.
ALICANTE. El expresidente del Elche, José Sepulcre, y el que fuera vicepresidente del club franjiverde y hasta hace cuatro meses máximo mandatario del Hércules, Juan Carlos Ramírez, se encuentran investigados (imputados) por la presunta comisión de los delitos de estafa, apropiación indebida, blanqueo de capitales y falsedad documental, en relación con unas obras en el estadio Manuel Martinez Valero que no se habrían ejecutado pero sí pagado.
La anterior acusación también pesa sobre Diego Fuentes, Tomás Alvarado y Serafín Enrica, todos ellos ligados en algún momento al Elche y la mercantil Welby Control que habría facturado y obtenido del club franjiverde 500.000 euros por medio de diferentes pagarés cobrados por caja en una sucursal bancaria entre 2008 y 2009.
Todos detenidos salvo Ramírez
La investigación se dirige desde el Juzgado de Instrucción número 3 de Elche (no se ha decretado el secreto de las actuaciones) y la desarrollan agentes del Cuerpo Nacional de Policía pertenecientes a la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal, concretamente al Grupo de Blanqueo de Capitales de la Brigada Provincial de Policía Judicial, ante los que todos los citados comparecieron a lo largo de la jornada de ayer en las dependencias policiales de la alicantina calle de Isabel La Católica.
Salvo Ramírez, el resto lo hizo en calidad de detenido, obviamente asistidos por su respectivo abogado, y tal y como aseguraban a última hora de la tarde de ayer a Alicante Plaza fuentes de la investigación, haciendo gala de su voluntad de colaborar con la investigación en todo momento (se personaron de manera voluntaria, siendo allí informados de su detención, con la salvedad del empresario vasco que no fue arrestado), si bien es cierto que también ejerciendo su derecho a no responder a las preguntas de los funcionarios policiales.
Los cinco quedaron en libertad con cargos tras su comparecencia.