EL EQUIPO VUELVE A DAR UNA CARA GRIS EN VITORIA Y SUMA OTRA DERROTA 

A este VCF le sirve con salvarse

El Valencia CF se presentó en Mendizorroza con el pensamiento de que un punto era bueno y terminó volviendo de tierras vascas de vació. Se perdió la oportunidad de mirar hacia arriba en la tabla y el discurso volvió a ser el de un club pequeño 

26/02/2017 - 

VITORIA. Llegaba el Valencia CF a Vitoria con la oportunidad de darle un vuelco a la temporada y conseguir sumar la tercera victoria seguida en Liga por primera vez desde que arrancó el campeonato en agosto. Era la ocasión propicia para poner tierra de por medio con una de las peores etapas deportivas de la historia del club y empezar a mirar de cerca las posiciones de media tabla. Después de una primera vuelta vergonzante para un club como el Valencia CF, tras la victoria ante el Real Madrid se podía dar otro salto en la clasificación y empezar a pensar con en otro objetivo con 42 puntos por disputarse. Sin embargo, este Valencia CF no aspira a nada más que no sea la salvación. 

Ese ha sido el mensaje que ha emanado del club en las últimas semanas y las victorias ante Athletic y Real Madrid en nada han ayudado para que nadie dentro de la directiva, cuerpo técnico ni plantilla haya decidido honrar el la entidad que defienden tratar de pelear por cotas mayores. El Valencia CF se conforma con la permanencia y sus jugadores lo saben. Por eso,  una vez conseguido el objetivo de alejar el descenso a diez puntos decidieron rebajar la intensidad y saltar al césped de Mendizorroza con la clara premisa de que un punto era bueno y ese punto terminó siendo ninguno porque enfrente hubo un equipo que peleó hasta el último segundo. 

Los valencianistas aparecieron en Vitoria con dos cambios básicos en el once, más los de Nani y Gayá obligados por las lesiones, ya que Voro decidió dar descanso a Enzo y Mangala y dar entrada a Abdennour y Mario Suárez. El madrileño definitivamente confirma que su fichaje ha sido un absoluto fracaso y la mejor noticia es que en junio regresará al Watford, el tunecino no entró mal al partido pero en el segundo acto cometió varios fallos graves. Voro dio descanso porque el equipo llegaba cansado. No era el momento de rotar y sí de intentar sacar una victoria. Pero otra vez más sirve la excusa de que bastante se ha hecho con salir del pozo. 

El Alavés sabía perfectamente que partido quería jugar y con sus armas lo intentó. El Valencia CF manoseó mucho la pelota pero sin generar prácticamente nada. Era un dominio estéril. Sólo un buen centro de Siqueira, lo único bueno que hizo en todo el partido, le dio la opción a Carlos Soler de abrir la lata pero el valenciano marró una clarísima opción porque no logró conectar bien el remate. Fue la única opción valencianista en el primer acto. Los de naranja jugaron con tres velocidades menos que ante el Real Madrid. El Alavés tuvo dos ocasiones clarísimas en ese primer tiempo pero una la desbarató Alves y otra la falló con todo a favor el capitán local, Manu. 

La segunda parte debía ser en al que el Valencia CF diera un paso adelante con los cambios y buscara el partido pero Voro no cambió nada y el Alavés fue el que se fue a buscar la portería de Alves. Manu la volvió a tener nada más arrancar la segunda parte cuando se adelantó a Abdennour y desde dentro del área la cruzó para que el brasileño despejara como pudo. El Alavés empezó a avisar. Rubén Sobrino falló en el mano a mano con el brasileño pero ya empezó a ser un incordió para la zaga valencianista que ya empezaba a sufrir y entonces llegó el gol de Soler. En una de las pocas, por no decir la única, pelota que Orellana jugó en la frontal del área rival recibió una patada brusca de Laguardia y Melero López pitó falta. Parejo la lanzó con maestría pero Pacheco la rechazó con ayuda del larguero y Soler la reventó a la red con una gran volea y muy poco ángulo

El Valencia CF no merecía ir ganando en Mendizorroza pero muchos partidos se ganan sin merecerlo y al equipo de Voro le valía ganar de cualquier forma para alejarse definitivamente del descenso y empezar a creer que llegar al séptimo puesto era posible. No pudo ser. Voro no leyó el partido. Pese a sus rotaciones iniciales por el cansancio del equipo no se explica que no oxigenara al equipo con más cambios. El Alavés se fue a la desesperada a buscar el empate y lo logró ante la pasividad de la defensa que vio como Ibai, el jugador con mejor disparo de los locales, recorría la frontal en busca de buena posición y fusilaba a Alves. 

El gol hacía justicia a los méritos de unos y otros. Pero todavía llegó el segundo vitoriano. Sobrino se la dio a Katai entre líneas, mientras Cancelo observaba a 30 metros como habilitaba al serbio y este puso la locura en Mendizorroza. Quedaban tres minutos y no hubo tiempo para más. Bueno sí, para que sin tiempo para nada Voro metiera al campo a Nacho Gil y Bakkali. Fue testimonial. Al Valencia CF se le había ido el partido. Viajó a no perder y volvió con otra derrota. Con la sensación entre sus aficionados de que se volvía a escapar el tren pero con la tranquilidad dentro del club de que el objetivo de la salvación está más cerca.