VALÈNCIA. La Copa no pasa a estas horas como prioridad por Orriols. Por lo prematuro de la ronda que se sorteó en la mañana de ayer y también porque no están las cosas en casa granota como para preocuparse ni un poco por el torneo del KO, al menos antes del 16 de diciembre -cuando se disputará el partido ante el Racing de Murcia-. Lo que ahora mismo ocupa la mente de Paco López y los suyos no es otra cosa que levantar la situación liguera actual del Levante, y por eso mismo la Copa del Rey se recibe para andar sobre ella con pies de plomo.
Eso sí, no por la asfixia que producen los últimos resultados en Liga se le puede quitar una pizca de ilusión al levantinismo por cuajar un buen papel en un torneo que desde el curso pasado otorga más oportunidad de soñar para clubes a priori con menos intenciones coperas. Además, hace seis temporadas que el Levante no pasa de octavos de final. Fue en la 13/14, tras eliminar al Rayo Vallecano y cayendo en cuartos frente al Barça. Ese curso, los granotas clasificaron décimos en Liga con 48 puntos, la segunda mejor puntuación del club en Primera División... hasta la tamporada pasada, cuando el equipo de Paco López consiguió superar esa barrera con 49.
Una vez iniciada la Copa, ese puede ser uno de los objetivos, más aún teniendo en cuenta el partido único hasta semifinales. Precisamente eso, la eliminatoria a una bala, es algo con lo que también tiene que ir con cuidado el cuadro del Ciutat. El año pasado el choque contra el Real Jaén, de Tercera División, ya supuso un susto, al vencer a los andaluces desde la tanda de penaltis. Aquello ocurrió en la segunda ronda -la que esta campaña se jugará el 6 de enero-; en la primera, los levantinistas ganaron con holgura al Melilla (0-5).
Sin embargo, en otras temporadas más antiguas, cuando la Copa también arrancaba con eliminatorias a un partido en campo del humilde -aunque entonces, hasta la 04/05, se seguía este formato solo hasta octavos-, el Levante sí terminó cayendo apeado de la competición. En ese mismo curso, fue la UDA Gramanet quien eliminó a un Levante ya de Primera y con una plantilla donde, por cierto, militaba el actual presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales. El choque de segunda ronda -en la primera el Levante había echado al Badalona- terminó 2-1, con gol tempranero de Jofre y remontada rival en el segundo tiempo con tanto de Rubén Suárez en propia meta.
Dos temporadas antes, en septiembre de 2002, fue precisamente el Terrassa, el rival del Valencia en esta primera ronda actual, quien borró las aspiraciones granotas en la Copa. Por aquel final de verano, el conjunto catalán era de Segunda División, igual que el propio Levante, que terminaría consumando su ascenso la campaña siguiente. Segunda contra segunda, los granotas sucumbieron por 2-0 a las primeras de cambio de aquel torneo.
La Copa del Rey no es un campeonato que en el siglo XXI haya llevado grandes alegrías a Orriols y las dificultades, algunas contra pronóstico como las mencionadas, han marcado el paso por el torneo del KO. Eso sí, la gran temporada de 2014, con los cuartos coperos y la que entonces fue la segunda mejor puntuación liguera del club, marcan el camino a seguir en una competición para jugar con pies de plomo hoy en el Ciutat.