A Meriton no le encaja la dirección deportiva

VALÈNCIA. La presencia primero y aparición después en la foto de familia de los pesos pesados de Peter Lim en el Valencia CF tras la última reestructuración indican la posición preeminente de Miguel Ángel Corona en este nuevo organigrama. 

Mientras el club lleva anunciando desde el 30 de mayo la intención de contratar un director deportivo (lo reconoció Sean Bai en su desayuno de trabajo con los medios y más tarde Layhoon en la rueda de prensa ofrecida tras el cierre del mercado de fichajes: "Todos sabemos que la secretaría técnica es muy importante para un Club,  buscamos perfiles, pero hemos atravesado una época de muchos retos y nuestro secretario técnico Miguel Ángel Corona ha estado a la altura  haciendo un gran trabajo". Miguel Ángel Corona va ganando enteros y se postula para el cargo con dos grandes bazas a su favor. Los sondeados para el cargo se niegan sistemáticamente a aceptarlo tras conocer la poca autonomía que van a tener en dicho puesto, y el propio Corona no ha pedido nunca independencia como director de fútbol; la cuadratura del círculo para Meriton.

Viendo el devenir del último mercado de fichajes, es evidente que a Meriton le sobra un puesto ejecutivo que le marque una línea a seguir en lo deportivo cuando el entrenador lo designa directamente Peter Lim, y las altas y las bajas del club pasan por la línea de trabajo que trace junto a Jorge Mendes.

Por eso para Meriton la dirección deportiva siempre ha sido una pieza de difícil encaje en sus planes. Hay que recordar que para facilitar su llegada Amadeo Salvo tuvo que destituir a Juan Antonio Pizzi (entrenador con contrato) para dar cabida al entrenador que venía de la mano de Jorge Mendes, Nuno Espírito Santo. En la plantilla de la 2014/15 todavía participaron Rufete, Ayala y Salvans, pero con los jugadores que vinieron de la mano de Mendes: Rodrigo, André Gomes y Joao Cancelo.

Ese complicado equilibrio se rompe al final de esa misma campaña con la llegada de Rodrigo Caio, futbolista que trae Mendes a espaldas de la secretaría técnica (quien por aquel entonces ya tenía una relación casi inexistente con Nuno). Así que en el verano de 2015 Salvo deja el club, y con él el entramado técnico que trajo: Rufete, Ayala y Salvans.

El puesto quedó vacante (ocupado en teoría por Nuno como entrenador-manager) hasta la llegada de Gary Neville. Es entonces cuando el club decide volver a ocupar esa vacante llamando a Suso García Pitarch. El de La Pobla, hombre bien visto en el universo Mendes, vuelve en enero de 2016. Sus dos primeras incorporaciones para un equipo que se hundía en la tabla clasificatoria fueron la cesión de Denis Cheryshev y el préstamo desde el Atlético de Madrid de Guilherme Siqueira. Por cierto que el informe médico de este último le costó el puesto al jefe de los servicios médicos, Juan Albors al advertir de los problemas que presentaba el tobillo del brasileño.

García Pitarch fue ganando notoriedad e influencia con Layhoon hasta el punto de acudir a la recepción que en verano de 2016 dio Peter Lim a una expedición del club en Singapur en la cuál también viajaron periodistas. Incluso fue favorable a la prolongación de contrato de Pako Ayestarán petición que fue aceptada por el propietario.

Sin embargo, el fracaso de Ayestarán fue el principio del fin de García Pitarch y el relevo en el banquillo del vasco ya fue cosa otra vez de Lim, quien tras una reunión en Singapur se decidió por Césare Prandelli. El paso del italiano por Mestalla acabó en un auténtico terremoto con dimisión incluída el 30 de diciembre y una rueda de prensa explosiva en la cuál acusaba de mentiroso a Suso García Pitarch por asegurarle que también presentaría la dimisión para posteriormente echarse atrás.

La sorpresa fue que García Pitarch dimitió cuando nadie se lo esperaba. Un sábado 7 de enero por la tarde, a la vuelta de un viaje a Madrid para avanzar en la incorporación de Simone Zaza, Pitarch anunciaba su dimisión. Su sustituto ya se encontraba desde hacía meses en el club, aunque en teoría había venido para hacerse cargo de la Academia: José Ramón Alesanco.

El vasco llegó al Valencia por un favor personal de Mendes y Lim a Joan Laporta (hombre también habitual en el universo Mendes) y se hizo cargo junto a Vicente Rodríguez de una dirección técnica cuyo primer logro y más destacado fue cerrar ese invierno el fichaje pedido por Prandelli de Simone Zaza (cesión con compra obligatoria) y la contratación del chileno Fabián Orellana.

Posteriormente, Layhoon da un golpe de timón, y aconsejada por Javier Tebas coloca al frente de la parcela deportiva a finales de marzo (el día 28 concretamente) de 2017 a Mateu Alemany. Pese a que convivieron varios meses juntos, y que Alesanco avanzó en las negociaciones para contratar a Quique Setién como entrenador, el influjo de Alemany se impuso en la reunión en Singapur de la que se volvió con otro nombre encima de la mesa: Marcelino García Toral. Era el punto y final para un Alesanco que el 22 de septiembre de 2017 era destituido por el club.

En el tiempo que Alemany y Marcelino permanecieron en el cargo les acompañó Pablo Longoría. Hasta entonces scouting de la Juventus y que ya había trabajado anteriormente con Marcelino. A él se deben apuestas de juventud que no salieron como Vallejo o Jorge Sáenz y otras que siguen creciendo en rendimiento como Diakhaby o Yunus Musah.

Con la abrupta salida en septiembre de 2019 de Marcelino, le siguen Mateu Alemany y el propio Longoria, quien pese a tener una oferta de Murthy para seguir decidió tomar otros derroteros con garantía de una mejor gestión.

Es entonces cuando Anil Murthy echa mano del ex futbolista Jorge López, quien se encargaba del filial desde que lo reclutara en su día José Ramón Alesanco. Su paso como cabeza visible de la secretaría técnica fue más bien efímero ya que el 20 de enero de 2020 César Sánchez, exportero de la entidad, llega al València CF como director deportivo. De su mano llegaron dos hombres, uno de ellos era Miguel Ángel Corona.

Pero César Sánchez comienza a advertir pronto que su camino en el club de Mestalla no iba a ser fácil. Mientras él intentaba llegar a acuerdos con futbolistas importantes de la plantilla para su continuidad, Murthy iba hablando con el entorno de los mismos para pedirles que se buscaran una salida. Mientras César tenía un modelo de plantilla en la cabeza, Murthy apostaba por otro radicalmente opuesto en el que lo económico era lo único que importaba arrinconando el aspecto deportivo.

Todo estallaba tras perder el equipo 2-0 en Villarreal. Mientras César bajaba al vestuario a dar la cara ante los jugadores y asegurar que Celades continuaría hasta el final de la temporada, Murthy a sus espaldas -con la anuencia de Lim- decidía la destitución del técnico catalán. Ante dicha afrenta, a César no le quedó otra que presentar la dimisión.

Sin embargo, César se iría más sólo de lo que llegó, ya que Miguel Ángel Corona decidía quedarse en el Valencia CF. Primero al lado de Murthy en la contratación de Javi Gracia y en la falta de fichajes de verano y en la llegada en invierno de Ferro, Oliva y Cutrone. Más tarde con la apuesta por Bordalás, luego en la asistencia a Sean Bai en el corto periodo de tiempo del singapurense como director general interino, y ahora como escudero de Gennaro Gattuso y de Layhoon en su vuelta a Valencia. 

Dicha fidelidad está obteniendo sus réditos dado que por primera vez desde su llegada ha viajado hasta Singapur para conocer y departir con Peter Lim, y porque todo apunta a que ese director técnico que el club ha asegurado ir buscando en los últimos meses, estuvo todo el tiempo en Valencia CF sin necesidad de ir afuera a preguntar.