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Adiós Guaje Villa, se va un futbolista, ganamos un gran tipo

3/01/2020 - 

VALÈNCIA. Ganar, ganar, no lo ganamos directamente, pero sí que podemos darle la enhorabuena y la bienvenida al mundo real. Guaje Villa colgó estos días las botas y lo hizo con la misma humildad y sentido ejemplar que le ha acompañado todos los años de su vida deportiva. Y eso significa que despedimos una leyenda y damos la mano a un tipo honrado y con un comportamiento ejemplar. Con el Guaje Villa se retira un futbolista con un comportamiento ejemplar dentro y fuera de la cancha. La sonrisa iluminada siempre ha sido su compañera de viaje y a esa sonrisa le debemos todos en el mundo del fútbol un punto enorme de agradecimiento. El tipo ha sido humilde siempre, trabajador siempre, leyenda viva de nuestro fútbol y una sonrisa impecable que transmite en todo lo que hace. Y para ser cierto no se ha ido un futbolista enorme. Simplemente ha colgado las botas alguien que ha hecho grande al fútbol y enormes a todos sus seguidores. Villa no era simplemente el genio del gol y el maestro del talento. No, yo no lo veo así. Para mi Villa ha sido un deportista ejemplar y un ser humano que nos ha marcado todavía más goles por su comportamiento humano y esa sonrisa que desde muy niño ha acompañado siempre a esa cara ejemplar para la mayoría de las personas que han crecido con él y vibrado con él.

Y NACE DAVID
Miren ustedes, cuando un futbolista se retira. cuando se despide del balón de alguna forma aparca para siempre su tez competitiva deportivamente y tiene que empezar a luchar por una nueva vida que puede ser cercana al balón, pero que nunca más será balón en estado puro. Para ser más claro. Perdemos una referencia enorme de nuestro deporte pero ganamos a un señor que ha logrado con mucho tacto y más naturalidad todavía convertirse en un hombre e provecho para el mundo mundial.

BIEN ACOMPAÑADO
Y cuando Villa pasó por el Valencia -vale, sí, ha colgado las botas uno de los nuestros, pero a la vez es uno de todos, de mil equipos y de mil personas, un ser especialmente querido que sí ha sabido transmitir al mundo que para ser futbolista profesional no hay que ir de pijo por la vida. Y Villa ni lo ha sido, ni lo ha hecho. Eso sí, debemos valorar también a la persona que le ha acompañado durante todos estos años y que le ha servido y le sirve como auténtico apoyo para enfrentarse a la vida con el mismo tesón y la misma ilusión con la que se ha dedicado al mundo del fútbol. Hablo del antiguo periodista Víctor Oñate, convertido para la propia salud del Guaje en su hombre de confianza, en una mano derecha que ha sabido acompañarle e indicarle por donde anda el camino de la vida. David junto a Víctor ha ido engrandeciendo su leyenda pero a la vez también han caminado juntos pensando en lo más difícil, en el día después de ese Guaje que ya ha colgado las botas, pero que sí, que ya tiene planes para un futuro inmediato donde desarrollarse como persona y como humano.

UN GRAN FUTURO

Pero miren, sí que me duele la marcha de un tipo que ya de por sí es una leyenda para toda la vida, pero me duele con cariño y con nostalgia, y con cierta añoranza por despedir a un tipo que sí que ha representado para mi todo lo que le quiero transmitir a mis hijos referido al mundo del deporte. Les ha trasmitido alegría y buen rollo y una forma digna y serena de labrarse el futuro de forma digna y auténtica. Y todo esos valores, muy superiores a los mismos valores que tengo yo como humano normal y corriente, es el ejemplo que me encantaría que heredaran los míos y también que heredaran todos lo que asumen el deporte como una forma de vida. El deporte es un juego, es dinero, es fama, pero por encima de todo es una forma de transmitir un ejemplo claro de vida y salud, algo a lo que Villa nos ha acostumbrado desde siempre.

ME QUEDO CON SUS GOLES

Y ya como despedida y como bienvenida al mundo de las personas normales que tienen que luchar por los suyos desde que se levantan hasta que se acuestan, debo decir que me declaro fervientemente un admirador doble de este David Villa que ha colgado las botas. He creído siempre en el futbolista, en su estilo y en su buen rollo deportivo, y a partir de hoy también creo a lo bestia en el futuro de David villa. Un tipo que ha pasado por el mundo del fútbol dejando esas sensaciones y esa normalidad me ha ganado el corazón y me ha ganado una confianza externa de que a partir de hoy mismo nace un humano con muchas experiencias, pero fundamentalmente con un buen rollo impresionante. Se va un gran futbolista, pero ganamos un gran tipo. Y eso es divino para cualquier ser humano. Un grande que tiene incluso más de gigante que de grande. Mil suertes David. Y amunt señor.

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