VALÈNCIA. El portero del Levante, Aitor Fernández, analizó este sábado la crisis sanitaria que sufre España y el resto del mundo por el masivo contagio de coronavirus y dijo que su opinión al respecto es que deben ser estrictos al seguir las recomendaciones de las autoridades y que deben quedarse en casa porque al virus “hay que matarlo como sea”.
“Al final creo que nadie sabe a ciencia cierta lo que está pasando ni cuánto va a durar. Yo opto por no ver tanta televisión y ver más series. Mi opinión del asunto es que hay que estar en casa, porque al virus hay que matarlo como sea. No se puede hacer otra cosa que estar en casa”, dijo Aitor a EFE en una conversación telefónica desde su domicilio.
El futbolista vasco, que pasa el confinamiento en València junto a su pareja, lamentó las imágenes que observa por televisión, las precarias condiciones en las que trabajan los sanitarios y restó importancia a la donación realizada junto a sus compañeros, club y aficionados del Levante, ya que es “lo menos que podemos hacer nosotros”.
“Necesitan material sanitario para los hospitales. Es un poco triste que ver en España las imágenes que se están viendo, como se están haciendo ellos mismos mascarillas, batas… Hay que intentar ayudar”, explicó Aitor, apenas unas horas antes de conocerse que la campaña del Levante ya ha servido para comprar 6.000 trajes de protección EPI, 6.000 gafas protectoras, 50.000 mascarillas FFP2 y 100.000 mascarillas 3 PLY.
Aitor reconoció que está preocupado por su padre, que hace poco más de un año fue intervenido quirúrgicamente y le fueron transplantados los dos pulmones. “Está en casa más que encerrado, casi que no le entre ni el aire”, bromeó el meta vasco, que como el resto de sus compañeros no pudo viajar a su domicilio cuando estalló la crisis.
“Teníamos prohibido salir de Valencia y echo de menos a mis padres en estos momentos. Ellos son de venir bastante a Valencia ver los partidos y quedarse unos días. Cuando están aquí hay veces que digo: ‘ya se irán éstos’, pero ahora los echas de menos”, añadió el portero del Levante.
El guardameta vasco explicó que dedica unas dos horas y media a trabajar físicamente, pero que “cuando me agobio quemo más energía en un gimnasio que me he montado” y que aprovecha para “tomar el aire” cuando pasea a su mascota durante apenas “cinco minutos” para seguir de forma estricta las recomendaciones.