VALENCIA. Cumplir una promesa, batir una marca personal o simplemente experimentar el placer de terminar una de las pruebas más emblemáticas del mundo sin importar en cuánto tiempo. Cada uno de los más de 40.000 corredores que el pasado domingo tomaron la salida en el Maratón de Nueva York tenía su propia motivación para afrontar los 42 kilómetros de una de las carreras más exigentes del mundo. La de Iván Rama, el primer valenciano que cruzó la meta en Manhattan, era conmemorar sus bodas de plata con este deporte y demostrarse a sí mismo que todavía tiene mucho atletismo en las piernas.
Rama comenzó a correr en alevines (10-11 años) por pistas de tierra y en carreras populares, cuando el running aún estaba muy lejos de ser una moda. La suficiencia con la que dejaba atrás a otros corredores le ayudó a tomar conciencia de que tenía un don y que quería cultivarlo. 25 años después atravesó la meta de Nueva York tras 2:46:01 con los cuádriceps agarrotados por los calambres, pero con la satisfacción de haber logrado su propósito: terminar entre los 200 primeros clasificados -finalizó como séptimo español- en la "mejor carrera del mundo".
Su relación con el deporte ha sido irregular en la última década. La apuesta por el desarrollo profesional hizo que el atletismo pasase a un segundo plano. Pero las responsabilidades que durante años le apartaron de la actividad física, casi siempre desde la dirección de equipos y la formación de personas en grandes multinacionales, también le han ayudado a superar nuevos retos en este deporte tan sacrificado. Y viceversa.
Responsabilidad, constancia, trabajo en equipo, habilidades comunicativas, elevada exigencia... "Lo que quiero es aplicar en el campo profesional los valores que se impone la gente que corre", asegura Rama, quien en la actualidad es responsable de Recursos Humanos de Zara Home en Levante, con un equipo de 300 personas a su cargo.
La trayectoria profesional de Rama comenzó en Decathlon, firma en la que a lo largo de diez años promocionó desde el puesto de vendedor hasta el de director de tienda, pasando por la dirección del departamento de running de la firma francesa. Tras un año como responsable de área para el grupo Calcedonia, dio el salto a Inditex.
"Nunca había trabajado en una firma española y es bueno tener la central en casa. Como empresa, Inditex es muy exigente y, sobre todo, muy dinámica. pero a la vez te da autonomía para desarrollar proyectos que tienes en mente porque la empresa no para de crecer y cada vez abrimos más tiendas. Cualquier idea es bien recibida", relata Rama, quien también es responsable de formar a equipos de recursos humanos de la compañía en Francia y Bélgica.
"Las personas que corren este tipo de carreras son seguramente las más estructuradas mentalmente, las más rigurosas"
"Las personas que corren este tipo de carreras son seguramente las más estructuradas mentalmente, las más rigurosas, las de mayor capacidad para sacar tiempo… Y eso lo llevan también al ámbito profesional. Allí soy igual de exigente conmigo mismo y con los demás", asegura el corredor valenciano. En Nueva York, prueba muy popular entre directivos, Rama coincidió con el bróker Josef Ajram, el cocinero Quique Dacosta, la actriz Amaya Salamanca o Ángel Cano, exconsejero delegado de BBVA.
El Maratón de Nueva York ha sido la excusa para retornar a la actividad atlética en un momento de estabilidad personal y profesional reforzado por el boom del running. Pero también, reconoce, "por la necesidad de encontrarme a sí mismo y comprobar que puedo estar bien. En mi casa hacia mucho que no me veían correr".
La idea de correr el maratón de Nueva York siempre había rondado su cabeza, hasta que el pasado diciembre decidió concederse ese "pequeño homenaje" y comenzó la preparación de la mano de Toni Montoya en el club Meta Sport.
"Por sensaciones llegué bien a Nueva York. Venía de correr el Medio Maratón de Valencia en 1:13:30 y tenía la impresión de que iba a hacer buen tiempo aquí", explica Iván Rama desde la ciudad norteamericana. "Aquí es todo espectacular, enorme, desorbitado y asombroso en cuanto a público, organización y participantes", asegura.
Rama, que en el kilómetro 35 marchaba como cuarto español mejor clasificado y 66 en la general, experimentó buenas sensaciones hasta el último tramo de la carrera, justo cuando el trazado comienza a empinarse hasta la meta.
"Hasta el kilómetro 30 fui codo con codo con Martín Fiz (2:34:33). Para mí era como un sueño porque era mi ídolo de la infancia. Salí bastante rápido, arriesgué bastante y pasé por el Medio Maratón en 1:17, pero el hombre del mazo, el famoso muro, me vino a ver en el kilómetro 35. A eso se añadía la cantidad de kilómetros que llevaba en las piernas y un recorrido hacia arriba", explica.
"Hay momentos en los que me llegué a parar, pero cuando me ponía otra vez en marcha el público rugía de forma espectacular; no hay nada igual. Aguanté estoicamente y llegué a los últimos kilómetros en Central Park, que son como un tobogán, con más coraje que con otra cosa. Ahí perdí bastantes minutos -relata-; me comí todo el bagaje anterior porque pensaba que iba a acabar en 2:35, pero el caso era llegar al final entre los 200 primeros y lo conseguí".
"EN CARRERA LO IMPORTANTE ES NO DAR A LA CABEZA MARGEN A PENSAR EN LO QUE ESTáS HACIENDO. SI NO, TE RETIRAS"
Preguntado por su sensación al cruzar la meta, Rama explica que no fue hasta varios minutos después cuando asumió plenamente la situación. "En carrera lo importante es no dar margen a la cabeza a pensar en lo que estás haciendo. Si no, te retiras. Se trata de no dar lugar a que entre la conciencia en la cabeza", explica el valenciano, quien está inscrito para disputar el Maratón de Valencia y a largo plazo se plantea correr el de Tokio.
Sobre la prueba valenciana, el atleta reconoce que ha dado "un vuelco espectacular en los últimos diez años". "Valencia se ha convertido en la ciudad del running", sentencia.
"Cuando me marche de Valencia por trabajo corríamos cuatro gatos, pero ha habido un boom espectacular que va a más y con cada vez más mujeres que se incorporan. A nivel de infraestructuras se está trabajando muy bien en la ciudad por hacer más sitios para entrenar", opina. "Es bueno que cada vez más gente se anime a correr a nivel de salud porque cuando la gente corre no hace otras cosas", añade.
Sobre el Maratón en concreto, Rama recuerda que, por las características de su trazado, el de Valencia es uno de los más rápidos del mundo. "Es cuestión de tiempo, y sobre todo de dinero, traer a figuras para que se pueda asentar", concluye.