VALÈNCIA. Baraja pierde la paciencia de Mestalla. La afición valencianista no aguanta más. Penúltimo en la clasificación, el técnico del Valencia CF se ha quedado muy solo en su "obsesión" por cambiar la situación. El club, sin mover un dedo respecto a su futuro por la cuantía económica de su destitución y las posibles consecuencias para los dirigentes en caso de solicitarla a Peter Lim, está 'bloqueado' mientras se hunde cada jornada.
Mestalla, anestesiado por momentos, ha esperado muchas jornadas una reacción que no ha aparecido. Primero respiró ante el escenario de un calendario complicado, con partidos que "no eran de su liga" como calificó Rubén Baraja. Posteriormente, Mestalla dio otro voto de confianza al 'Pipo' por su etiqueta de 'leyenda' pese a que la crisis de resultados se extiende al final de la pasada temporada.
Llegó el partido contra la UD Las Palmas como la 'mecha' perfecta para encender la traca. El Valencia CF perdió el único motivo al que aferrarse: todos los puntos hasta el momentos se habían sacado en Mestalla. Aquel 2-3 fue directo al 'mentón' de la afición del Valencia CF, que ya empezó a 'cortocircuitar' por la imagen en campos de rivales directos como Leganés y Getafe.
El parón por la Dana, como es lógico dejó de lado todo lo deportivo. Carecía de sentido. El 'Pipo' ha tenido un mes para reactivar al equipo en Paterna, pero no ha servido. La victoria ante el Betis fue un 'espejismo'. Cargado de un claro componente emocional, Mestalla y equipo lograron una sintonía que ha sido 'flor' de un día. Con el terrible rendimiento como visitante, Mestalla es la 'bala' que le queda al 'Pipo' para remontar el vuelo, pero la está perdiendo tras otro desastre ante el Rayo Vallecano.
Mestalla dijo 'basta'. Por primera vez en la temporada, el estadio de Mestalla hizo una ‘pañolada’ para mostrar su descontento, además de la habitual en cada partido contra el máximo accionista, Peter Lim, ahora dirigida a Rubén Baraja y la plantilla.
“Pipo, vete ya” fue un cántico que se escuchó esta tarde en el estadio centenario en repetidas ocasiones, si bien fue solo un sector de la grada, si bien prácticamente todo el estadio mostró su descontento después de un partido en el que se notó un ambiente primero frío y luego incendiado, en el que se dejó sentir la desesperación de la afición en cada jugada.
Ante esta situación los jugadores valencianistas se dirigieron a la grada de animación para tratar de apaciguar los ánimos de una afición que ve como su equipo se hunde en la zona de descenso.