VALÈNCIA. El presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, destacó este jueves el "lógico interés empresarial" de los clubes de fútbol que son sociedades anónimas y, por tanto, empresas, para recibir los fondos CVC, que, señaló, les van a permitir "mejorar infraestructuras y realizar inversiones".
"Equipos como el Real Madrid, el Barcelona, el Athletic Club o el Osasuna no son sociedades anónimas y hacen otra valoración de la llegada de estos fondos, pero a los demás sí les interesa, porque les ofrece la posibilidad de crecer, que es a lo que aspira cualquier empresa", matizó.
Blanco respondió a esta y otras cuestiones que le fueron planteadas durante "Los desayunos de la APDV", organizados por la Asociación de la Prensa Deportiva de Valladolid y que este jueves inauguró, y añadió que "son los clubes los que deben resolver esta polémica, sin tener que acudir a papá gobierno".
"Son empresas privadas y ellas deben solucionar el tema, escuchando la voz de la Federación Española de Fútbol, y dejando al margen al gobierno, cuya intervención resulta difícil de comprender en esta cuestión", comentó.
"El deporte se va aislando de los gobiernos, que legislan y aportan dinero, pero luego los problemas del deporte los resuelve el deporte, que es la herramienta integradora más poderosa que existe", agregó.
Como apasionado del fútbol, el presidente del COE también ha confesado que no ve que pueda celebrarse un Mundial cada dos años "¿Porque entonces los clubes, que son los que pagan a los futbolistas, cuándo juegan?", se ha preguntado Blanco, quien considera que "se debe confeccionar un calendario con raciocinio".
Valoró también el hecho de que, aunque pasen nueve años, se confirme que alguien es merecedor o no de una medalla "porque por mucho que se persiga el dopaje, siempre alguien va por delante y, aunque es cierto que a los deportistas se les quita así su momento de gloria, su éxito queda confirmado".
Fueron los casos de los atletas Ruth Beitia o Manolo Martínez, o de la haltera Lidia Valentín, a los que dieron sus medallas olímpicas años después de haberlas logrado, una vez se resolvieron las denuncias por dopaje en las diferentes competiciones y, en este sentido ha deseado que "se invierta más en la investigación contra el dopaje para que el tramposo pague, aunque sea más tarde".
Fue crítico respecto a la aportación del Estado al deporte y, al respecto, advirtió que "en Italia lo que se da al año a las federaciones es 2,5 veces más de lo que se da aquí en cuatro años, a lo que hay que añadir sus infraestructuras, y luego se quiere competir y se exige".
Por eso, defendió que "solo el hecho de clasificarse para unos Juegos Olímpicos, es ya un éxito, un premio que solo consiguen unos pocos y lograr medallas es otro nivel, de ahí que sea fundamental valorar los diplomas olímpicos y ser conscientes de que el deporte lo que debe hacer es permitirle a uno ser mejor de lo que es en todos los ámbitos".
"La palabra fracaso es algo con lo que no puedo, porque un deportista es, primero, persona, y tiene sus debilidades, sus malos momentos, no es un robot por lo que, aunque trabaje para dar el máximo, a veces afronta situaciones difíciles de gestionar y no puede alcanzar sus objetivos, como le sucedió a Simone Biles", destacó.
En su opinión "el futuro del deporte se debe definir escuchando a todo el mundo pero, sobre todo, a los deportistas, darles su importancia, protegerles, ayudarles a formarse, conformando así un modelo de Deporte en España que permita saber hacia dónde se quiere ir y de qué manera".