VALÈNCIA. La surfista valenciana Mireia Cabañes reconoció este jueves que le afectó la situación en la que se vio sumida Valencia por la dana en su participación en el reciente Campeonato del Mundo de surf adaptado en California (Estados Unidos) en el que ha logrado la plata en la categoría stand 3.
“La sensación al salir del agua fue bastante agridulce porque me había metido muchísima presión en intentar conseguir el oro para poder lucir la senyera a hombros. Salí frustrada y medio llorando con una sensación de que había fallado a Valencia”, apuntó a EFE la doble campeona de España, campeona europea (2023) y plata mundial (2022).
Cabañes, de 37 años, que se rompió la nariz antes del campeonato, no supo hasta el mismo día en el que cogió el avión si podría llegar al Mundial por las carreteras cortadas a causa de la dana, pero consiguió llegar al aeropuerto de Manises para volar hacia Huntington Beach.
“Me subí al avión con una mezcla de sentimientos súper encontrados. Por un lado, me decía ‘me voy porque llevo mucho tiempo trabajando en esto’, y, por otro lado, me sentía mal por no quedarme en Valencia ayudando. Aunque por mi salud tampoco podría haber hecho mucho más que lo que hice desde allí: coordinar envíos y difundir información”, explicó.
Una vez llegada a California, la valenciana tomó la decisión de no utilizar el móvil para no entrar en las redes sociales ni en los grupos de ‘whatsapp’. “Simplemente hablaba con mi familia para que supiesen que estaba bien y ya está. Los días previos a la competición tenía todavía el alma y la cabeza en Valencia”, recordó.
“Después, excepto un baño en toda la semana que surfeé como suelo hacerlo, el resto me fueron bastante mal y ya entraba a la manga con sensaciones encontradas. Soy muy exigente y he fallado bastante. No me siento orgullosa. Me afectaba la situación de Valencia y para colmo a la final entré ya encontrándome mal de salud, con catarro y floja de fuerzas”, agregó.
En cuanto a su surf, Cabañes analizó que ha fallado en "cosas que normalmente no fallo tanto. En cuanto a estrategia, he surfeado muchísimo mejor, pero la ola me resultaba complicada y muy rápida. Por mi condición física, mi ‘take off’ (despegue) es un poquito más lento y voy a trabajar duro este año para que sea más rápido”.
Pese a esto, la valenciana valoró que ha aprendido "muchísimo" de sus errores y quiere trabajar para no volverlos a cometer. "Estoy satisfecha porque las otras chicas han surfeado súper bien, tanto Zoe Smith que ganó stand 2, como Charlotte Banfield que ganó stand 3, lo han hecho de 10. Estoy bastante lejos de su ‘surfing’ todavía y por ello hay que trabajar duro de cara a los próximos años”, dijo.
“He descubierto a una compañera de equipo brutal como Úrsula Pueyo. Me ha regalado muchas risas. Ha sido una convivencia de diez, hemos estado todas las chicas juntas y como capitana estoy súper orgullosa de ellas”, agregó Cabañes, que también se acordó de Garazi Sánchez, su 'coach' durante todo el campeonato.
Además, desde la federación internacional ya le han alertado que debe empezar a competir “sí o sí” con prótesis, que era su objetivo de cara al año que viene. “Después de este Mundial iba a empezar a entrenar con prótesis al cien por cien y a hacer todos los campeonatos con ella, así que es un nuevo reto”, manifestó.
“No puedo perder tiempo, así que afronto con muchísimas ganas la temporada 2025, del reto de la prótesis y súper orgullosa de poder haber lucido la senyera en el podio. No ha podido ser el oro, pero estoy súper contenta con la plata. Ahora toca seguir creciendo para poder seguir representando tanto a España como a todos los valencianos”, finalizó.