VALÈNCIA. El entrenador del Levante, Julián Calero, admitió este sábado la dificultad del partido del próximo lunes en Ipurúa ante el Eibar y aseguró que se trata de un “examen duro pero bonito” y en el que sólo le preocupa su equipo.
“Vamos con mucha ilusión y muchas ganas y el equipo está compitiendo bien. Me preocupa que mi equipo coja la velocidad de crucero, no me preocupan los demás. Será un examen duro pero bonito y vamos a Eibar que es igual de difícil o más que el partido en Gijón o el del Cádiz”, dijo en la rueda de prensa previa al choque.
El entrenador del Levante destacó que tienen “armas para poder combatir” a su adversario y subrayó la fortaleza del cuadro vasco.
“Ipurúa es un campo muy complicado donde el Eibar se ha hecho siempre muy fuerte. Ha cambiado a jugadores muy importantes y los que han venido son muy buenos, se han reforzado muy bien a última hora”, indicó.
“En Ipurúa suelen ser partidos intensos en los que ellos intentan ser protagonistas. Manejan muchos parámetros y son atrevidos y valientes. Tenemos que estar muy metidos. La grada está muy cerquita y personalmente me gusta porque este espectáculo está hecho para el público”, agregó.
Además, Calero explicó que los recién inscritos Pampín, Iborra y Pablo Martínez están listos para jugar y comentó que la recuperación de Fabrício, lesionado en el bíceps femoral de la pierna izquierda el pasado 5 de agosto, “va muy bien”.