VALÈNCIA. Corría el minuto 87 del choque del Levante ante el Mirandés en Orriols cuando, con el 2-1 ondeando en el marcador, Mohamed Bouldini se recreó en un mano a mano ante Ramón Juan. El marroquí podía ampliar la ventaja con una definición sencilla y mandar directamente al cajón tres puntos vitales tras la derrota, una semana antes, en Andorra. Decidió elevar por encima del meta, con Óscar Clemente, atónito a su derecha, pidiéndole el gol en bandeja. El extravagante intento de Bouldini quedó en el limbo y, siete minutos después, empataron los de Alessio. Fue un encuentro dubitativo más de los hombres de Calleja, pero el delantero africano quedó señalado incluso sin quererlo.
Porque el propio técnico trató de rebajar el aluvión de críticas a su ariete -"no hay que señalar a nadie", dijo-, pero la realidad es que las decisiones posteriores del preparador granota han sacado paulatinamente a Bouldini de los planes iniciales. El '22' no estuvo en Butarque por acumulación de amonestaciones, pero cuando regresó a las listas, ni fue titular ante el Racing de Santander, ni tampoco este pasado fin de semana en Eibar. Si la suplencia ante los cántabros ya se pudo interpretar como un castigo al punta, las dos citas consecutivas en el banco le han reducido a un segundo plano justo desde su clamoroso error que costó dos puntos.
Y es que Calleja tampoco ocultó su disgusto. Antes de ser preguntado en aquella rueda de prensa posterior al fallo, el entrenador ya advirtió que la del 3-1 era "una jugada que tenemos que marcar". Después, reflexionó: "Se acababa ya... y él lo sabe. No creo que piense que tiene que marcar más goles que nadie, piensa en ayudar al equipo, pero es una mala decisión", comentó. El técnico no fue especialmente duro con el que todavía hoy, a pesar de acumular dos meses sin marcar, es su máximo artillero con cinco tantos. El segundo es Fabrício, con tres, y lo sigue siendo después de parar por su lesión de recto femoral izquierdo y posterior recaída. Por ahí también se explica un bagaje en ataque que, aunque no pobre, no está dando para contrarrestar la sangría defensiva.
Sea como sea, Bouldini tendrá otra oportunidad este sábado ante el Valladolid. El africano necesita regresar a tiempo a su cita con el gol, pues ni siquiera su competidor directo por el puesto, Dani Gómez, está logrando buenas cifras. El madrileño ha sido el titular en los dos últimos encuentros, en los que ha logrado una diana de bella factura en Ipurúa. Gómez es hoy quien cuenta con la confianza de Calleja y ha adelantado en el orden, de momento, a un Bouldini que partió siendo amo y señor de la delantera granota. Sus cinco goles, que llegaron en las primeras siete fechas del campeonato, han quedado olvidados durante las 10 jornadas posteriores.