VALÈNCIA. Hace algunos años, cuando uno quería leer las declaraciones de los protagonistas del día a día del Valencia CF y estar enterado de todo lo que sucedía en Mestalla, recurría a periódicos como Los Deportes Valencianos, la Hoja del Lunes, El Mercantil o Las Provincias, por citar algunos ejemplos de prensa local. Sin embargo, ahora, el Daily Mail se ha convertido en el diario de cabecera del valencianismo. A ese rotativo hay que acudir para leer unas declaraciones del director deportivo del club, en las que asegura que Javi Guerra no esta en venta. Corona, al más puro estilo Anil Murthy, eligió esta pasada semana a un medio de comunicación extranjero para sembrar la intranquilidad en la afición.
Desde hace algún tiempo, la prensa local anda huérfana de entrevistas en profundidad a los gestores del Valencia. Los jugadores tampoco dan la cara. Ni nadie sabe que voz tiene Lim. Con estas nuevas reglas del juego, es el entrenador el único que se expone. Y Baraja se ha convertido en el portavoz de la entidad. Como antes lo era Gattuso, Bordalás o quien se sentara en ese banquillo. Porque afirmar que Javier Solís es el portavoz del club, cuando lo único que hace es aparecer unos minutos en la televisión de Tebas para santificar la memez, es faltar a la verdad. ¿Quién es Solís en el mundo del fútbol?. Nadie. "Mai se les ha vistes més grosses", que decía Paco Roig.
Lo de Corona esta semana me ha dejado descolocado, la verdad. Excepto el día de su auto proclamación como máximo responsable deportivo, no lo he visto sentado delante de un periodista local con el fusil cargado. Ahí es donde debería dar explicaciones de su nefasta gestión o mejor: aprovechar para dimitir. Lo otro es, o una falta de respeto, o pura cobardía. Desde que plantaron la bandera, Meriton y la libertad de prensa han caminado por separado. Como también con la democracia. En el Valencia, si alguien hace una crítica constructiva o se atreve a levantar la voz... ¡A la calle!. Pero, ¿qué se puede esperar de un país como Singapur que no permite la venta de chicles o besarse en público, y en el que aún rige la pena de muerte?.
Esta gente de Singapur siempre habla de puertas hacia fuera. No me imagino a Arturo Tuzón, Paco Roig o Manolo Llorente, por citar algunos ejemplos, hablando en cualquier medio de comunicación que no fuera local o nacional. Ni escondiéndose de los micrófonos más agresivos. Ellos siempre dieron la cara cuando tuvieron que darla. Aunque fuera con explicaciones peregrinas, medias verdades, silencios que lo decían todo, torceduras de morro o cualquier improperio inesperado. Sí, nos han insultado en directo. Y a un palmo de la cara, también. Pero prefiero a la gente valiente que a los que se esconden como ratas tras malvender el Valencia o a quien lo destripa a más de doce mil kilómetros de distancia.