VALÈNCIA. Un exdirector deportivo del Valencia aseguraba que siempre hay que tener una buena columna vertebral en el equipo. A partir de ahí, decía que el resto del jugadores completan el once. “Pero todo pasa por tener un buen portero que evite los goles y un delantero centro que los marque”. Una sentencia. Como ven, a veces, el fútbol es así de sencillo. Disfrutar de un buen portero es fundamental. La figura del guardameta es una de las piedras angulares de todo proyecto sólido que se precie. Un buen cancerbero, además de mantener a cero su portería, trasmite seguridad y confianza al resto del colectivo. Es quien ordena, manda y corrige desde una zona privilegiada del campo. El portero es un líder, sin duda.
El Valencia ha sido grande cuando se ha asentado sobre el césped desde su portería. Un poker de futbolistas que, a mi juicio, conforman Eizaguirre, Abelardo, Zubizarreta y Cañizares. Quizás sea injusto, me dejo por el camino nombres como los de Pesudo, Manzanedo, Pereira, Semprere, Ochotorena y muchos otros por poner algunos nombres, pero que no cambian para nada el mensaje que quiero enviar desde estas líneas. Si el Valencia quiere recuperarse del varapalo futbolístico sufrido esta temporada, está obligado a contar con un portero de garantías.
Para mí, ese portero es Jasper Cillessen. Y abogo por su continuidad en Mestalla. De no haber sido por la maldita COVID, el de Nimega estaría ahora con la selección de Holanda en la Eurocopa. Motivos tiene el meta para estar enfadado con De Boer. Es cierto que su trayectoria en el Valencia no ha sido como para tirar cohetes. Su rendimiento ha estado marcado por la irregularidad. Pero yo le doy un voto de confianza. Creo que las lesiones, unidas al hecho de tener siempre colgado el cartel de transferible, tampoco le han ayudado en exceso. Cuando Cillessen ha estado enchufado, como en el tramo final de curso, ha evidenciado que se trata de un guardameta solvente.
A Cillessen nadie le puede cuestionar la titularidad en el Valencia. Yo lo considero un fijo. Cuando Jaume tuvo su oportunidad, y con la confianza que da tener partidos por delante para ganarse el puesto, el de Almenara no estuvo a la altura. Jaume no es un guardameta para ser titular sino que es un buen suplente. Siempre lo tendría en la plantilla, porque es un jugador de club, hace grupo y no es tóxico para el vestuario, pero si quiere continuar en Mestalla debe aceptar su rol. Y ese pasa por ayudar a los más jóvenes como Rivero o al georgiano Mamardashvili. Pero para ser titular me quedo con Cillessen. Si me apuran, incluso cuento con Rivero como segundo portero.
Se sabe que el Valencia lleva mucho tiempo buscándole acomodo al holandés. Y que ésta es la segunda vez que se le estropea su plan de venta. No es que a Cillessen no lo vean como titular, sino que sus elevados emolumentos invitan a darle una salida. Es el segundo jugador que más cobra de la plantilla por detrás de Guedes. Pero, ¿merece la pena traspasarlo y jugártela con un portero de medio pelo? Cuenta mi amigo Salva Folgado que Bordalás lo quiere en su equipo. El entrenador sabe de la dificultad de encontrar un portero de garantías en el mercado y ha pedido que se frene su salida. Normal. Bordalás no es tonto. Yo también lo mantendría. El técnico ya ha manifestado que su primera intención es la de recuperar el ADN del Valencia. Y para conseguirlo, hay que conformar un equipo solvente en defensa. Cerrar la portería forma parte de nuestras señas de identidad. Y para ello, nada mejor con tener un portero de garantías como Cillessen.