La imagen del Valencia CF lejos de Mestalla deja de ser una casualidad y ya acumula dos derrotas ante Getafe y Eibar y obliga al cuerpo técnico a tomar medidas para subsanar las primeras dudas de esta campaña tras caer a la tercera plaza
VALÈNCIA. Primer problema serio de la temporada. La imagen del Valencia CF lejos de Mestalla deja de ser una casualidad y ya acumula dos derrotas ante Getafe y Eibar que obligan al cuerpo técnico a tomar medidas para subsanar las primeras dudas de esta campaña.
El Valencia CF tiene un obstáculo y es su rendimiento como visitante. Sufrió en Mendizorroza y Cornellà pero los resultados maquillaron una realidad que un mes y medio después se ha destapado por todos los costados. Los tropiezos en el Coliseum Alfonso Pérez y en Ipurua solo hacen que desnudar las 'vergüenzas' de un equipo que apenas había dado motivos para esbozar alguna crítica bajo la batuta de Marcelino García Toral.
Ahora, el Valencia CF tiene un mes por delante para trabajar su recuperación a domicilio en liga ya que no volverá a desplazarse hasta el 13 de enero cuando se enfrente al Deportivo de La Coruña en Riazor. Antes, el 3 enero, la ida de los octavos de final de la Copa del Rey en Gran Canaria antes la UD Las Palmas también será una buena piedra de toque para recuperar las sensaciones que desprendía el Valencia CF cuando competía en escenarios complicados como el Santiago Bernabéu, Ciutat de València, Anoeta o el Benito Villamarín.
Respecto al encuentro, el Valencia CF comenzó mejor que el Eibar, generando varias acciones de peligro como el remate de Gayà que atajó Dmitrovic, un disparo lejano de Parejo que casi sorprende al portero rival o un cabezazo de Rodrigo con todo para marcar al filo del descanso. Las oportunidades las generaron los hombres de Marcelino aunque sin transmitir demasiado brillo en su juego.
El Eibar por su parte, aprovechó al máximo los recurso de los que dispuso en ataque. El primer 'regalo' cortesía de Montoya y Parejo lo recogió Inui con la mejor de las sonrisas. El japonés que estuvo muy activo todo el encuentro, fusiló a Neto que no entendía la falta de intensidad de su retaguardia en esa acción.
Pese al gol, el Valencia CF no bajaba los brazos pero cuando más apesadumbrado estaba en Ipurua, Rodrigo abrió para Pereira que estaba en una posición dudosa, y el belga sirvió un centro que remató Santi Mina gracias a un despeje defectuoso de Arbilla. El empate era un buen resultado para los de Marcelino en función del desarrollo de un partido que cada minuto estaba más pesado por la intensa lluvia. Además, la polémica también se respiraba entre los locales que reclamaron dos acciones de Lato y Pereira dentro del área.
Y a falta de cuatro minutos, Iván Alejo que puso en aprietos a Lato en el segundo acto, puso un servicio preciso a Joan Jordán que cabeceó a la red con decisión. Con esta derrota, los de Marcelino deben asumir que su rendimiento a domicilio ha menguado y tendrán que buscar soluciones para mantener el buen ritmo del inicio de temporada.