Un fondo de armario sin garantías

VALÈNCIA. Un fondo de armario sin garantías. El Valencia CF rozó ayer el ridículo de caer eliminado de la Copa del Rey ante un equipo de Tercera división. Era la oportunidad para la 'unidad B' del equipo y la realidad es que la profundidad de plantilla arroja unas dudas terribles sobre su rendimiento cuando no estén disponibles algunos de los indiscutibles. 

El inicio de partido del Valencia CF demostró que hasta un equipo de Tercera le hace daño con facilidad si no entra al terreno de juego con intensidad. El Terrassa marcó con facilidad a las primeras de cambio y pudo irse con dos goles en la mochila si Rivero no hubiera realizado una intervención de mérito al filo del descanso. 

Desde luego que la idea de Javi Gracia salió al revés. Apostó por los menos habituales y al final tuvo que recurrir a figuras como Racic, Guedes, Soler o Yunus Musah para reconducir una situación dramática. Todo ello acompañado de 120 minutos en las piernas para los titulares que acabaron el partido como es el caso de Manu Vallejo, entre otros.

Es cierto que los canteranos no tuvieron una noche para el recuerdo. Cristián Rivero sí que respondió, pero jugadores como Jesús Vázquez, Guillem Molina, Esquerdo o Koba Koindredi dieron la sensación de estar todavía 'verdes' para afrontar con garantías el reto de vestir la elástica valencianista. No obstante, el principal foco no puede estar en los jóvenes. Todo lo contrario. El Valencia saltó al césped con jugadores con experiencia en Primera como Thierry Correia, Mangala, Jason, Cheryshev, Manu Vallejo y Rubén Sobrino y no se apreciaba una diferencia de tres categorías con el Terrassa. 

Con el partido cuesta arriba tras el 2-0 y la expulsión de Molina, Javi Gracia acabó tirando de jugadores con más importancia para revertir el problema. Los cambios fueron esenciales para seguir en la Copa del Rey. Carlos Soler, Yunus Musah y Gonçalo Guedes entraron desde el banquillo y firmaron los cuatro goles. También hay que resaltar los minutos de Álex Blanco, que estuvo muy activo y fue de los pocos suplentes que dejó buen sabor de boca. 

En definitiva, una clasificación 'in-extremis' que aumenta todavía más las dudas que existen en el Valencia para afrontar la temporada. En la Copa, los jugadores menos habituales tampoco respondieron a la oportunidad.