Licencia para soñar en la Copa

VALÈNCIA. Licencia para soñar en la Copa. No fue un partido brillante del Valencia pero se cumplió el objetivo con el empuje de un Mestalla que se merecía volver a saborear unas semifinales de la Copa del Rey. Evidentemente quedan muchas cosas que mejorar y hacerlo desde la victoria y superando pantallas es la mejor fórmula para afrontar con ilusión un torneo que ha dado muchas alegrías al valencianismo. 

No fue un primer tiempo especialmente vistoso sobre el tapete. Muy poco fútbol en el centro del campo y casi todo el encuentro transitaba por duelos individuales, interrupciones y muchas impresiones por parte de Valencia y Cádiz. De hecho, la primera ocasión clara acabó en la red. Hugo Duro fue el más listo de la clase para ganar a Juan Cala un duelo aéreo. Recogió la pelota y asistió a Guedes. El '7' valencianista se ha erigido como el goleador de este equipo y no falló en el mano a mano con David Gil. El gol reforzó la fe del Valencia en su planteamiento y siguió presionando al Cádiz. Con más gasolina que acierto y la eliminatoria se fue al descanso con un disparo desviado de Guedes y poco más. 

Tras la reanudación, el Cádiz dio un paso adelante y se complicó. Cömert tuvo un debut para olvidar. Muy inseguro en los despejes, en la salida de balón y cometió un penalti por agarrar a Juan Cala. Lucas Pérez resolvió la pena máxima y puso el 1-1 en el marcador. En ese momento fue cuando llegó el momento crítico del Valencia. Los de Bordalás estaban perdidos y pudieron pagarlo muy caro. Rubén Sobrino casi sorprende a Jaume desde el círculo central y Juan Cala remató un córner al poste. 

Bordalás vio la crisis de su equipo y movió fichas desde el banquillo. Fue clave. La entrada de Maxi Gómez e Ilaix Moriba fue un bálsamo para el Valencia. El uruguayo está muy discutido por su rendimiento e incluso prefería salir en invierno, pero dejó todo atrás nada más ingresó en el césped. Imprimió carácter al equipo y empezó a poner en aprietos a los centrales del Cádiz. Cabeceó nada más entrar un centro de Foulquier y acabó forzando la expulsión de Cala. En cuanto a Ilaix Moriba, el centrocampista le brindó pausa al juego del Valencia y consiguió anestesiar al Cádiz en su campo. 

Mención especial merece Hugo Duro. El atacante fue el héroe de la noche. Después de asistir a Guedes en la primera parte, el '19' valencianista cabeceó un córner en el 79 para hacer el definitivo 2-1 y cobrar la deuda que tenía con los cuartos de final de la Copa del Rey y encima en Mestalla. Además de ser decisivo, Mestalla se contagió de su pelea en cada balón y acabó siendo ovacionado. El Valencia resistió y ya espera rival en semifinales junto al Rayo Vallecano. A dos partidos de una final: licencia para soñar.