VALÈNCIA. Baño de realidad. El Valencia está cuajando una temporada liguera decepcionante. La clasificación para las semifinales de la Copa del Rey había aparcado una situación que ya no se puede esconder en este 2022. Solos dos puntos en los últimos siete partidos reflejan que el Valencia no puede pensar ahora mismo en otra cosa que en mantener la categoría y luchar por un puesto en la final de Sevilla del próximo 23 de abril.
Decepción, frustración y tristeza su pudieron comprobar en las palabras de Carlos Soler y José Bordalás al finalizar el encuentro contra el FC Barcelona. El Valencia es un flan en defensa y con los números que registra es inviable pensar en objetivos ambiciosos para esta temporada. Desde la derrota contra el Espanyol en el cierre de 2021, el Valencia no ha levantado la cabeza en LaLiga y Europa ya es una quimera.
La distancia con el descenso es ancha -diez puntos- pero la crisis de resultados del equipo han provocado que Bordalás haya rebajado su discurso hasta el subsuelo en comparación con principios de enero sobre las aspiraciones del Valencia para este curso. Un total de 42 goles encajados sitúan al Valencia de Bordalás como el conjunto más goleado de Primera solo superado por el Levante. Además, el Valencia ya está a solo 11 goles de superar el registro de Gracia y Celades cuando todavía restan 13 jornadas por disputarse.
En cuanto al partido, el Valencia volvió a pegarse un tiro en el pie. Una primera parte nefasta y con falta de concentración defensiva permitió al Barcelona tirar de efectividad para meterse los tres puntos en el bolsillo antes del descanso. Los de Xavi aprovecharon la pasividad defensiva para castigar al Valencia con un 'doblete' de Aubameyang y otro tanto de Frenkie De Jong. El Valencia veía como se rompían sus costuras en el primer acto.
Sin embargo, el Valencia decidió despertar y no arrojar la toalla pese al desastre inicial. Carlos Soler recortó distancias, pero la ventaja del Barça era demasiado grande. Pedri hizo el 1-4 que enterró cualquier opción del Valencia de meterse en el partido. Aún así, el Valencia no dejó de intentarlo. La falta de puntería y la inspiración de Ter Stegen le impidieron achicar los tres goles de diferencias. Una derrota que acentúa la crisis liguera del Valencia y que la realidad es que el Valencia depende de superar la eliminatoria del próximo 2 de marzo contra el Athletic para no dar por finalizada la temporada antes de tiempo.