Ganar es la mejor medicina

VALÈNCIA. Ganar es la mejor medicina. El Valencia CF cuenta por victorias los tres últimos partidos en un momento en el que los de Marcelino han bajado sensiblemente sus prestaciones en este mes de febrero. Pese a que las sensaciones son peores que las de principio de temporada, la distancia en la lucha por la Champions League sigue aumentando y ya está a ocho puntos con el Villarreal y diez con el Sevilla. Una ventaja considerable cuando quedan trece partidos para finalizar el campeonato. 

El Valencia no está en su mejor momento de la temporada, pero sabe sacar los partidos con más o menos brillo, y también con sufrimiento. Mejorar siempre es más fácil desde la victoria. En Mestalla se presentó un Mestalla algo timorato, cediendo la posesión a la Real Sociedad y buscando hacer daño al contragolpe. Pese a que el cuadro 'txuri-urdin' tenía el control, las oportunidades más claras fueron del Valencia en el primer acto. 

La primera ocasión clara fue para Coquelin y Rodrigo. El francés lanzó un ‘latigazo’ desde fuera del área que obligó a intervenir a Toño Ramírez. Rodrigo, atento a la jugada, fue el primero en ir a por el rechace.  Sin embargo, no estuvo acertado al definir y su disparo se marchó alto ante el lamento de Mestalla. Parejo tuvo la siguiente oportunidad antes del gol con un libre directo pero respondió bien Toño Ramírez. El Valencia en sus mejores minutos seguía acercándose y el gol llegó a los 33 minutos. Parejo trazó una buena maniobra en el centro del campo y encontró a Rodrigo que continuó la apertura hacia Montoya. El lateral muy cuestionado esta temporada, celebró con rabia la acción del 1-0, consciente de lo que necesitaba tener un momento así. Montoya llegó lanzado por el carril derecho y colocó un centro preciso al segundo palo. Santi Mina agradeció el ‘regalo’ cabeceando a la red.

En la segunda parte el partido cambió. El Valencia seguía concediendo que la Real Sociedad se encontrara con lo que mejor sabe hacer: tener el balón. Y encima, los de Marcelino regalaron un gol. Un error de Murillo en la salida de balón lo aprovechó Illarramendi para adelantarse e iniciar el contragolpe. La jugada acabó en los pies de Oyarzábal, que fusiló a Neto con un tiro a la escuadra. Era el 1-1 y le tocaba al Valencia tener la iniciativa. En ese momento, Marcelino sacó a Zaza por Soler y desplazó a Rodrigo a la banda. El gol generó algo de ansiedad en el Valencia, que comenzó a precipitarse en algunas entregas ante una Real Sociedad que cogió confianza con la igualada.

Cuando el partido parecía que entraba en la fase más complicada para los locales, Toño Ramírez decidió devolver el 'regalo' en forma de gol. Rodrigo puso un centro ‘envenenado’ y Toño lo aceptó. El guardameta cometió un error mayúsculo. No atrapó el balón y Santi Mina como siempre esta temporada, olió la sangre para empujar el ‘cuero’ a gol. 

Con el 2-1, el Valencia se abonó al sufrimiento ante un rival que llegó mejor físicamente al tramo final pese a haber jugado el jueves en Austria. El empate no llegó por centímetros. Canales sacó un libre directo que sorprendió a Neto. El portero la sacó con muchos apuros y el rechace lo remató Bautista y la sacó Neto milagrosamente con el antebrazo. Se salvó el Valencia por los pelos. La Real no cesó en su empeño de igualar la contienda en el tramo final. Januzaj desbordó a Montoya y desde el pico del área, casi sorprende a Neto con un disparo al palo largo.

En definitiva, el Valencia supo sufrir y sumar tres puntos que le permiten reforzarse en la lucha por la Liga Campeones. Aunque el Valencia no está en un buen momento, la mejor medicina para recuperar su nivel es hacerlo desde la victoria. El próximo miércoles, otra dura prueba a domicilio en el nuevo San Mamés.